Pareja presidencialA diferencia de la primera inauguración de Barack Obama, cuando el recién electo primer mandatario no aceptó dinero corporativo para sufragar el bacanal que acompaña la inauguración presidencial, este segunda vez las compañías que aflojen un millón tendrán acceso exclusivo a una serie de festejos, incluyendo una “recepción de benefactores”, un concierto infantil, una celebración en el National Building Museum, puestos en las tarimas para el desfile y cuatro boletos para el baile presidencial, informa Sheryl Gay Stolberg en el New York Times.

Para vender las entradas, dice, el equipo Obama ha elaborado dos sistemas de tarifas: institucionales e individuales.

Este “menú”, presentado en una página web y enviada por correo electrónico a los contribuyentes a la campaña, describe cuatro opciones, cada una nombrada por un presidente de EUA: Washington (US$1 millón para corporaciones y US$250,000 para individuos); Adams ($500,000 y $150,000); Jefferson ($250,000 y $75,000 ); y Madison ($100,000 y $10,000).

Los contribuyentes estadounidense pagarán por los gastos de la propia inauguración  — la ceremonia de juramento y un almuerzo — pero el resto de actividades, incluyendo la parada, la fiesta y el concierto se sufragarán mediante la recaudación de fondos.

Dice el Times que en el 2009, el equipo de Obama recaudó US$53 millones. Esta segunda vez, la celebraciones serán más pequeñas, dice.

Solicitar fondos para estos festejos presidenciales es común, dice, pero el que Obama lo haga le ha merecido agudas críticas por partidarios de la transparencia en el gobierno.

John Wonderlich, director de la Sunlight Foundation, escribió en el blog del grupo que la decisión “da prioridad a una celebración ostentosa a costa de la integridad del cargo”. El presidente “se está alejando de su posición principista sobre el dinero en la política”.

Los planificadores de la inauguración justifican señalando que organizaciones como museos reciben dineros corporativos y los elevados costos de la elección presidencial vaciaron los cofres de muchos donantes.

Igual que en el 2009, Obama no aceptará dinero de organizaciones de cabildeo ni comités de acción política, agrega el New York Times.

Foto cortesía de cliff1066 via flickr

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