en el New York Times sobre este fenómeno.

“Las ciudades pequeñas en el Medio Oeste y el Noreste son particularmente vulnerables. Cuando las grandes industrias abandonaron la ciudad, el comercio minorista representó una parte creciente del mercado de trabajo en lugares como Johnstown, Decatur, Illinois, y Saginaw, Michigan. Ahora, y por secunda vez, la fuerza de trabajo está sufriendo nuevos golpes, con muy poco alivio.

“Por otra parte, mientras que las tiendas en estos lugares están perdiendo puestos de trabajo a causa del comercio electrónico, el comercio electrónico no está absorbiendo a estos trabajadores. Aunque sólido, el crecimiento en los puestos de trabajo en el comercio electrónico, como el marketing y la ingeniería, se agrupa alrededor de las grandes ciudades que están retiradas de estas áreas. Los condados rurales y las pequeñas áreas metropolitanas representan aproximadamente el 23% de los empleos minoristas tradicionales en EUA, sólo el 13% de las posiciones de comercio electrónico.

“El comercio electrónico también ha fomentado un auge en otras industrias, incluyendo bodgegas de almacenamiento. Pero la mayoría de esos empleos se están creando en áreas metropolitanas de mayor población, indica un análisis de los datos empresariales de la Oficina del Censo.

“Casi todos los centros de despacho para las órdenes de los clientes que maneja el gigante de las ventas en línea Amazon están ubicados en áreas metropolitanas con más de 250,000 personas — cerca de donde vive la mayor parte de sus clientes — de acuerdo con una lista de lugares compilados por MWPVL International, una empresa de consultoría logística. Una portavoz de Amazon señaló, sin embargo, que recientemente la compañía había abierto depósitos en dos ciudades en dificultades en las grandes áreas metropolitanas, Fall River, Massachusetts, y Joliet, Illinois.

“El área metropolitana de Johnstown, en el oeste de Pensilvania, ha perdido el 19% de sus empleos de ventas al detalle desde desde 2001, y el futuro es incierto. […]

“Cada vez que pierdes una tienda de la esquina, cada vez que pierdes un restaurante, cada vez que pierdes una tienda pequeña de ropa, disminuye la calidad de vida, además de perderse empleos”, señala John McGrath, profesor de gestión en La Universidad de Pittsburgh Johnstown.

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Imagen via NYT