Antorcha OlímpicaCon el recorrido de la antorcha olímpica 2016 acercándose a Río de Janeiro, Brasil se encuentra sumido en su peor recesión económica en un siglo y una colosal crisis política sin precedente.

Por no decir una posible crisis de salud.

Caos, como informa Travis Waldron en The Huffington Post.

Tensiones políticas de años desembocaron en el juicio político de la presidenta Dilma Rousseff, quien fue suspendida hace una semana y reemplazada por su vice presidente Michel Temer haciendo tambalear al país más numeroso de América Latina.

Cuando el senado votó por el “impeachment” de Rousseff, la presidente venía sufriendo en las encuestas por una diversidad de razones, siendo una de ellas el frenón que ha sufrido la economía, la séptima en el mundo. Tampoco había caído muy bien que hubiera nombrado al expresidente Luiz Inácio Da Silva “Lula” para el cargo de jefe de gabinete: Fue interpretado como un intento por protegerlo de cargos de corrupción.

La popularidad de Rousseff se hundía a mínimos increíbles, pero los brasileños no han quedado totalmente satisfechos con su sucesor. El vicepresidente Michel Temer, que ahora está actuando como presidente interino del país, tiene sus propios problemas legales. Y como informa el diario brasileño Folha de Sao Paulo, el líder del Congreso elegido es también un objetivo de la investigación Operación Lavado de coches y también ha sido acusado de intento de asesinato. Incluso antes de que se supiera la noticia, el 60% de los brasileños quería que Temer también enfrentara un juicio político.

Desde que asumió responsabilidad por el gobierno, Temer ha nombrado un gabinete, formado por hombres de raza blanca casi exclusivamente, en un país con una de las mayores diversidades raciales del globo.

Dice HuffPost que muy probablemente los juegos tengan lugar de manera ordenada. Pero el huracán político opacará el brillo de la antorcha, los gritos de los espectadores y el resplandor de las medallas.

Artículo en inglés