De niño, Aaron Collins se preocupaba por dar propinas dignas a las personas que sirven mesas en los restaurantes y su última voluntad antes de morir a los 30 años fue que familiares y amigos salieran a cenar y dejaran una propina espectacular.
No 20%; ni siquiera 50%.
Sino muchísimo más.
Y eso mismo es lo que ha estado haciendo su hermano Seth, quien se ha propuesto la meta de visitar los 50 estados de la unión americana, visitar restaurantes al azar y dejar una propina de US$500.
Seth, junto con sus padres, ha recaudado más de US$60,000 para realizar la voluntad de su difunto hermano.
Usted puede seguir esta misión de generosidad en Aaron’s Last Wish.
La reacción de los meseros, muchos de los cuales viven exclusivamente de sus propinas, muestra la nobleza del último deseo de Aaron.
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