La era TrumpLa deportación inesperada de Guadalupe Garcia de Rayos podría interpretarse como la primera expresión de lo que se aproxima respecto al tema de inmigración, amplia pancarta que fue piedra angular de la campaña presidencial de Donald Trump, bajo la cual supo encontrar cabida para su agenda económica, social y de seguridad nacional.

La señora Garcia de Rayos, madre de dos adolescentes ciudadanos de EUA, había sido detenida en 2008 una redada en el sitio donde trabajaba en Phoenix, Arizona. Fue declarada culpable de usar un número de Seguro Social falso.

Luego de permanecer recluída tres meses, salió en libertad condicional, debiendo presentarse anualmente ante las autoridades migratorias. Eso mismo fue lo que hizo año tras año; hasta el 7 de febrero cuando se presentó a su cita y nunca salió.

Dos días después sería deportada a Nogales, en México, no obstante una campaña de presión en su defensa, con llamadas, mensajes y decenas de manifestantes que clamaban por la libertad de la madre frente las oficinas del servicio de inmigración. Oídos sordos.

Al día siguiente, comenzaron a llegar informes de redadas en diversas ciudades del país. Parece ser la ola de deportaciones que Trump prometió. Hasta ahora no se sabe exactamente cuándo gente ha sido detenida; de lo que no cabe duda es que las comunidades están en shock. “El Trumpo” está cumpliendo.

En lo referente a las deportaciones de personas sin documentos en EUA, la administración lleva la delantera.

Pero no todo marcha a las maravillas para el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

En otro aspecto de la política de Trump, donde la inmigración se une con la seguridad nacional, serias dificultades constitucionales han surgido, que le han obligado al menos temporalmente a repensar la prohibición de ingreso a EUA de los ciudadanos de 7 naciones musulmanes.

Anunciada el fin de semana pasada, la orden dio inicio a una serie espontánea de manifestaciones en los aeropuertos y otros puntos por todo el país. Oponentes la cuestionaron en los tribunales, los que fallaron en dos instancias para anularla. Y nula ha quedado. Temporalmente.

Sobre ese punto, la administración no ha encontrado manera de controlar el mensaje.

La administración Trump también ha enfrentado problemas sobre las relaciones entre Michael Flyn — ex general del ejército y elevado por Trump al cargo de asesor de seguridad nacional — y el gobierno de Rusia. Lo más reciente es que transcripciones parecen indicar que Flynn participó en una discusión indebida con el embajador ruso antes de que Trump asumiera la presidencia — en un momento sensible en diplomacia porque el entonces presidente Obama anunciaba las expulsiones de diplomáticos rusos de EUA sobre la presunta injerencia en las elecciones.

Aunque inicialmente Flynn dijo en público (y a miembros de la administración como el vice presidente Mike Pence) que fue una llamada de cortesía. Ahora informa el Washington Post que sí se discutieron las sanciones.

Esto es un problema que promete complicarse.

La cosa tampoco pinta muy bien para el presidente en asuntos de ética especialmente en lo referente a los límites entre el cargo de la presidencia y la enorme fortuna de la familia presidencial.

Al comienzo de la semana, Trump atacó a Nordstrom, una tienda de departamentos, por deja de vender una línea de productos de Ivanka Trump. Al día siguiente, la asesora Kellyanne Conway salió por la televisión instando al público a que compraran los productos de Ivanka Trump. (Conway ha tenido sus roces con la prensa cuando habló de “hechos alternativos” y la “masacre de Bowling Green”, que nunca tuvo lugar).

Ha merecido el cuestionamiento generalizado por la prensa y los organismos gubernamentales a cargo de monitorear asuntos de ética en el gobierno.

Otro problema es que la administración se ha convertido en blanco favorito del programa de humor Saturday Night Live, que ha encontrado en el presidente y su equipo fuente inagotable de material. Ser objeto constante de chistas y burlas no le va bien a ningún gobierno.

Cabe mencionar que la oposición a Trump está rápidamente tomando forma. La intensidad del debate en torno a las nominaciones al gabinete muestra que la burocracia de los demócratas siente la presión del público que quiere enfrentar a Trump.

Así Trump logre que sus nominados sean aprobados, cada uno tiene que pasar por un proceso prolongado y desgastante.

Pero va más allá.

Está también la estructura que construyó durante su campaña Bernie Sanders, cuya página Facebook tiene millones de partidarios — más que ningún otro senador — y que ha seguido organizando desde el primer día en el movimiento Our Revolution.

Súmele a ello los movimientos de base — mujeres, ecologistas, estudiantes, obreros, activistas anti brutalidad policial, grupos pro derechos migratorios — regados por todo el país, organizados a través de las redes sociales que ha demostrado capacidad de convocatoria y de respuesta rápida. Más recientemente, muchos de estos activistas se han presentado a reuniones de sus respectivos congresistas, cuestionando algunas de las medidas que están tratando de implementar.

Estos movimientos de base son los responsables por las manifestaciones que a diario tienen lugar en a través del país — como burbujas que comienzan a formarse antes de llegar al punto de ebullición.

Días después de la deportación de su madre a Nogales, los hijos de la señora Guadalupe García de Rayos la fueron a visitar: Breve reunión mientras la familia se prepara para los nuevos desafíos.

Y como esa familia golpeada por eventos fuera de su control, millones de personas en EUA y el resto del mundo, angustiados, quedan a la expectativa ante un futuro de incertidumbres.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

 

 

Carlos F. Torres, 
Director, El Molino Online
New York, NY, 2/12/2016