Trump y Arabia SauditaEn Arabia Saudita, participando en una serie de protocolos con una monarquía medieval ampliamente denunciada por su brutalidad con mujeres y opositores, Donald Trump anunció un contrato de armas por US$110,000,000,000, iniciando el primer viaje internacional de su presidencia, y buscando distracción de los serios problemas domésticos que han puesto a la Casa Blanca a la defensiva.

Es irónico que para un presidente que como candidato denunció en cada instante que pudo los compromisos internacionales de sus predecesores, Trump haya elegido Arabia Saudita, cuya monarquía ha sido acusada de ayudar el extremismo musulmán.

La representante por Hawaii Tulsi Gabbar, quien sirvió con distinción en las guerras de EUA en el Medio Oriente antes de entrar al congreso, dice en una nota denunciando la venta de armas que, “Arabia Saudita es el mayor patrocinador y propagador en el mundo de la extremista ideología salafista wahhabista que alimenta a grupos terroristas como ISIS y al-Qaeda. Basado en la historia y el historial de Arabia Saudita, hay una probabilidad significativa de que estas armas sean usadas contra civiles inocentes o terminen en manos de grupos terroristas”.

Trump deja en los corredores de poderí ecos de “impeachment”, el juicio político por el Congreso de la nación al Presidente y que ya algunos han comenzado a pedir. Actualmente, la administración está bajo 3 investigaciones por posibles vínculos criminales con Rusia. En la Cámara de Representantes. En el Senado. Y, más recientemente por un Fiscal Especial, que ahora encabeza Robert Mueller III, un antiguo jefe del FBI, y que promete grandes dolores de cabeza para los ocupantes de la Casa Blanca.

Trump ha dicho que se trata de una casería de brujas. Informes aseguran que la Casa Blanca está intentando sabotear la investigación.

Que quede clarísimo que aunque el “impeachment” se discute abiertamente — e incluso el equipo legal de la presidencia se prepara para el “peor escenario” — todavía falta mucho para llegar a ello. Hasta el momento no se han formulado cargos criminales contra nadie.

Sin embargo, casi a diario viene reventando una noticia, lo cual solo aumenta el apetito de la oposición — de los medios que están desenfrenados.

La semana pasada se acusó a la Casa Blanca de compartir información clasificada con Rusia.

También se ha filtrado que durante la reunión con funcionarios rusos en la Casa Blanca, el presidente manifestó que su despido del jefe del FBI, James Comey, le ha aliviado de “gran presión” y que Comey es un  “loco total”.

Al mismo tiempo, han surgido informes sobre los intentos del presidente de forjar algún tipo de relación con Comey, quien aparentemente lo consideró una violación de la ética. Comey presuntamente tiene documentación de que Trump le pidió suspender la investigación a Michael T. Flynn, ex general de la república, de quien se sabe que estaba recibiendo dinero de Rusia.

Los mismos rusos, dice un informe, hacían alarde de que podrían influenciar a la Casa Blanca a través de Flynn.

James Comey ha dicho que testificará ante el congreso en una sesión abierta.

También, informó el  Washington Post  el viernes que la investigación a la campaña de Trump y Rusia ha idenficado una persona de “interés” para la investigación y actualmente ocupa un alto cargo en la Casa Blanca ¿Quién será? Probablemente muy pronto lo sabremos — por ahí van las cosas.

Mientras todo esto sucede, siguen en EUA las deportaciones, y se vive el terror en las comunidades.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY 5/21/2017