Equipo de niñas español gana Informa Raphael Minder en el New York Times. LLEIDA, España — La delantera corrió a través de la lluvia, esquivó a la defensa y disparó un tiro que pasó por debajo del brazo extendido del portero. La anotación —su gol número 38 de la temporada— confirmó a Andrea Gómez como la máxima goleadora de su campeonato.

Los muchachos solo siguieron la estela de Gómez. No eran los primeros en buscar el balón ya que estaba en la red luego de que la goleadora anotara. Gómez, de 13 años, y sus compañeras de equipo confundieron a los chicos durante toda la temporada y jugaron tan bien que su equipo femenino ganó recientemente una liga regional juvenil española, compitiendo contra 13 equipos masculinos.

“Siempre intento demostrar que el fútbol no es solo para chicos”, dijo Gómez. “Si técnicamente eres mejor, puedes compensar por ser más débil físicamente”.

En Estados Unidos y algunos otros países, es frecuente que las mujeres sean estrellas del fútbol, a veces más que sus homólogos masculinos. Pero en España, donde en 2015 las españolas participaron por primera vez en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, el fútbol femenil sigue siendo un espectáculo secundario.

Gómez juega en el AEM Lleida, un club amateur que hace casi una década decidió centrarse en entrenar a chicas. En 2014, después que las jugadoras volvieron a dominar el torneo femenil, el AEM decidió registrarlas por primera vez en una liga masculina.

“Sentíamos que para mejorar a estas chicas tenían que jugar contra los muchachos, porque necesitan enfrentarse a fuertes oponentes para lograr un verdadero progreso”, dijo José María Salmerón, director general del club. El AEM se aprovechó de una regla de la federación española de fútbol que permite que los clubes tengan equipos con jugadores de cualquier sexo —incluyendo los equipos mixtos de niños y niñas— puedan participar en competiciones de las ligas menores hasta la edad de 14 años.

En ese momento, no todo el mundo estaba convencido de que era una buena decisión.

“Algunos padres nos dijeron que estábamos locos cuando registramos al equipo”, dijo Sergio González, presidente del AEM. “Si esto hubiera salido mal, nos habrían responsabilizado de humillar a las chicas”.

La transición no fue fácil. En su primera temporada las jóvenes terminaron en el lugar número 12 en una liga de 18 equipos. Pero a medida que el equipo mejoraba y empezaba a derrotar a las escuadras masculinas con mayor regularidad, su progreso generó algunas reacciones desagradables.

“Realmente ha sido más un problema para los padres que para sus hijos”, dijo Salmerón sobre los comentarios dirigidos hacia su equipo durante los partidos. “Es extraño, pero la mayoría de los comentarios y los insultos machistas han provenido de las madres de algunos de los niños contra los que jugábamos”.

Sin embargo, no solo los oponentes han tenido problemas para adaptarse. Daniel Rodrigo, director técnico del AEM, recordó que en un partido reciente el árbitro le preguntó, antes del pitazo inicial, si su equipo no estaba en la cancha equivocada. Durante otro partido, el árbitro molestó a las jugadoras del AEM refiriéndose a ellas como “las princesas”.

Foto via New York Times

Artículo completo en español 

Tags: