Los Estados desunidos de America
A un mes de la investidura de Donald J. Trump como el cuadragésimo quinto (45avo) presidente de los Estados Desunidos de América, un amplio segmento del electorado (apoyado e impulsado por los medios que moldean la opinión) sigue negándose a aceptar la realidad.

Luego de que los recuentos de la votación en Wisconsin y otros estados no produjeran nada, se lanzó una campaña por intentar que cambien su voto los miembros del colegio electoral que se reunirán el 19 de diciembre en sus respectivos estados, para ratificar los resultados de la votación general. De un total de 538 miembros del colegio electoral, gana la persona que tenga 270 votos. Donald Trump obtuvo 306, Hillary Clinton 232.

La esperanza es que por lo menos 36 cambien de parecer y o bien voten por Clinton, o no se obtenga mayoría. Ello cual obligaría a que la Cámara de Representantes elija (o nombre) a la persona que ocupará la Casa Blanca.

Como lección de cívica, fascinante; como estrategia política, deplorable.

Otra manera de desprestigiar al presidente electo es acusándolo a ser un títere de los rusos.

En varias ocasiones durante la campaña, Trump expresó su admiración por Vladimir Putin. En las últimas semanas, periódicos de la estatura del New York Times, agencias de inteligencia como el FBI y la CIA han dicho que hackeros rusos cambiaron el curso de la elección para beneficiar a Trump.

Irónico, ¡que las agencias de inteligencia de EUA se quejen de ingerencia extranjera en las elecciones! No hay espacio para enumerar las veces en que la CIA y otros organismos secretos de EUA con siglas de tres letras sabotearon elecciones de un extremo al otro de este mundo ancho y ajeno.

La misma Hillary Clinton, quien ha hablado bastante poco desde su humillante y sorprendente derrota (en el colegio electoral; no en el voto popular que de hecho le dio una sólida mayoría de casi tres millones de votos) denunció a Putin. Dijo: “me tiene bronca”. 

Otra línea de ataque contra Trump es nepotismo. Sus tres hijos y su yerno han jugado un importante papel en la campaña y, más recientemente, en el proceso de transición. Las acusaciones son bastante similares a las que se realizaron contra los Clinton, que aunque tenían una familia menos numerosa y menos millonaria que los Trump, premiaron con importantes cargos a su hija Chelsea y gente muy cercana a ellos durante muchos años.

Lo mismo se podría decir sobre las acusaciones contra Trump y los conflictos de interés, otro caballito de batalla de la oposición. No es que no los haya — después de todo Trump es un imperio global, un pulpo, con hoteles, inversiones, fábricas por todo el mundo.

Sobran las posibilidades.

Pero, ¿por qué los periodicos, periodistas, comentaristas y simpatizantes de los Clinton que hoy los lanzan siempre negaron que tal cosa existiera (o minimizaron) cuando se habló de la Fundación Clinton?

De lo que no cabe duda es que Donald Trump va a poner patas arriba las políticas doméstica e internacional que se han implementado en EUA por décadas.

En términos geopolíticos, promete menos intervenciones en conflictos extranjeras; distención y posible diálogo con Rusia, oposición a China en el campo del comercio; respaldo al ala derecha de Israel; y el abandono o por lo menos la renegociación de los tratados de libre comercio, que bajo la pancarta de la globalización han ayudado a eliminar la clase media estadounidense y de otras naciones industrializadas.

En términos domésticos (en base a la gente que ha nombrado para su gabinete) podemos esperar mayor voz e influencia por parte de los sectores que promueven la energía fósil. Eliminación de protecciones del medio ambiente. Reducción de impuestos para las grandes compañías. Ataques a las medidas que benefician a los trabajadores y miembros las minorías étnicas. Limitación de los derechos reproductivos de las mujeres y de las comunidades LBGT. Mano dura en lo relacionado a la inmigración, lo cual aumentará el temor que ya se vive entre las comunidades donde viven y trabajan alrededor de 11 millones de indocumentados.

Esa es la realidad que rápidamente va tomando forma en estos Estados Desunidos de América.

Para no cerrar esta nota con algo positivo, recordamos la reciente victoria que se ha logrado en EUA en defensa del medio ambiente, en contra del racismo y la represión policial, que tuvo lugar a comienzos de mes en Dakota del Norte. Allí, los indígenas de la tribu Standing Rock Sioux, y miles de partidarios llegados de todo el país y el mundo, mostraron el poder de la solidaridad. Y lo han logrado sin estar atados ni al partido demócrata ni a los republicanos.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY, 12/18/2016