Familia LykovLa revista Smithsonian publica un fascinante relato sobre los Lykov, una familia de seis personas que durante 40 años vivió completamente aislada en Siberia sin ningún contacto con otros seres humanos hasta 1978 cuando un grupo de geólogos los encontraron.

Karp Lykov, su esposa Akulina, Savin, el hijo de nueve años y Natalia de 2, miembros de una secta religiosa ortodoxa conocida como los “Viejos Creyentes”, huyeron para evitar la persecución religiosa de los Bolcheviques y de José Stalin.

Allí nacieron Dmitry en 1940 y Agafia en 1943.

Encontraron un sitio tan remoto en la taiga, entre las montañas vírgenes de Siberia que ni siquiera se enteraron de la Segunda Guerra Mundial, dice Smithsonian.

Los geólogos tuvieron que ganar la confianza de la familia Lykov dejando regalos cerca de su choza, apunta.

Los niños menores jamás habían visto un ser humano que no fuera familia, agrega.

Algunos fragmentos:

“Lo que vieron los geólogos al entrar a la cabaña era como algo de la Edad Media. Construída con cualquier material que encontraran a mano, la vivienda no era mucho más que una madriguera –una perrera, ennegrecida por el hollín y fría como un galpón, con un piso que consistía en cáscaras de papas y piñas de pino secas”.

Las dos hijas “hablaban un lenguaje distorsionado por toda una vida de aislamiento”, el cual sonaba más como “un lento y confuso arrullo”.

Dice, además, que la familia comenzó a frecuentar el campamento de los geólogos donde una invención en particular les fascinó: la televisión.

” Karp sentado directamente en frente de la pantalla. Agafia la veía asomando la cabeza por detrás de una puerta”. Después, en arrepentimiento, rezaban y se santiguaba, apunta.

Según Smithsonian, en la actualidad solo vive una hija, Agafia, de 70 años que permanece aislada.

Artículo en inglés

Foto via Smithsonian

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