Obama chuzando a TrumpCon las acusaciones el sábado en la noche de que su predecesor Barack Obama ordenado la intervención de las comunicaciones de su campaña incluyendo en la emblemática Trump Tower en la misma Quinta Avenida, coronó Donald J Trump otra semana política en EUA — semana en que lo bizarro complementó lo surreal y el espectro del oso ruso siguió rondando por los pasillos del poder.

Para respaldar sus acusaciones, acompañadas por una retahíla de mensajes por Twitter usando los adjetivos “macartismo”, “watergate” y “nixoniano”, Trump no produjo prueba alguna. Por esta razón, algunos observadores políticos las tomaron como otra declaración sin fundamento — el lenguaje Trumpiano que cada día se habla más.

También podría ser una táctica diversionista, para evitar que sigan las investigaciones sobre las relaciones de la presidencia con Rusia, que han dominado los titulare, causando gran erosión política, alcanzando incluso al fiscal General Jeffrey Sessions, y hace dos semanas la renuncia de un asesor de seguridad

Del lado Obama surgió un “nada que ver” contundente.

Pero la cosa es más simple y podría encajar dentro del refrán estadounidense de “la mierda cayó en el ventilador”, que produce una espantosa imagen. Se puede complicar por la simple razón de que cuando el presidente de EUA lanza ese tipo de acusaciones debe producir pruebas.

Y la cosa no puede quedar allí.

Si dicha intervención tuvo lugar el presidente Obama cometió un crimen en contra de la democracia que merece ser investigado con todas las consecuencias. Y este podría ser un escándalo de similares dimensiones a Watergate, que entre 1972 y 1974 paralizó el país y culminó con la renuncia de Richard Nixon, acusado de grandes crímenes políticos.

Pero, ¿si la administración Obama tenía autorización legal necesaria para monitorear la campaña? Es decir estaba realizando una investigación a la campaña Trump que merecía este tipo de vigilancia. ¿Qué estaban vigilando que convenció a un juez para firmar la autorización de intervenir la campaña electoral?

Eso también podría superar a Watergate.

Promete ser el próximo capítulo de este culebrón — más emocionante que todas las series sobre Narcos — y que el mundo observa con los nervios de punta.

Mientras tanto, en las comunidades de inmigrantes, cunde el pavor por las deportaciones y las redadas en que caen justos y pecadores. Y en demasiados casos se separan, sin compasión alguna, familias cuyo único pecado ha sido desempeñar labores que en muchos casos nadie más está dispuesto a realizar.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres, Director El Molino Online

 

Carlos F. Torres, 
Director, El Molino Online
Viajando por USA, 3/5/2017