Con igual destreza que un carterista con décadas de experiencia, como un astuto “manos de seda” que distrae a los incautos para robarles, un extraodinario prestidigitador jamás visto en la historia política de EUA —  podría decirse que así funciona Donald J. Trump, el 45avo presidente de EUA.

Porque tal como la presidencia de Trump se ha distinguido por el escándalo perpetuo (Rusia, las disputas con el Secretario de Prensa, asuntos de ética, etc.) pregonado ad nauseum desde los grandes medios que repiten a diario los múltiples tropezones de la Casa Blanca, se viene implementando a rajatabla una agenda netamente regresiva, que ha beneficiado desproporcionalmente a los gigantes corporativos y reducido los servicios para quienes más los necesitados.

Esta semana, igual que previas semanas desde que se inició el mandato de Donald Trump, hemos visto como los principales medios estadounidenses, desde el New York Times, al Washington Post, a los noticieros de la TV, como CBS, ABC, NBC, CNN y portales como Huffington Post, Salon, The Daily Beast centraron sus reportajes en los ataques del presidente contra los presentadores del noticiero por cable “Mornin Joe”, en MSNBC, el ex congresista republicano Joe Scarboro y Mika Brzezinsky, hija de un asesor de seguridad nacional durante la administración de Jimmy Carter quien murió hace una semana.

El presidente insultó la inteligencia de ambos, usando un lenguaje que amplios sectores incluso de su partido han repudiado como machista. La pantomima tuvo su primer acto el jueves, el segudo el viernes y se ha prolongado hasta el sábado. Los medios mordieron el anzuelo presidencial en 140 caracteres por Twitter, y ahí se centró la atención.

Demasiado poco se dijo sobre otros eventos recientes.

  • Candidatos en elecciones especiales para el Congreso apoyados por el presidente ganaron, así muchos prometieran una victoria para la oposición del oficialismo demócrata.
  • CNN tuvo que bajar la cabeza, humillarse, disculparse y retractar un reportaje sobre los vínculos con de la presidencia con intereses de Rusia. Tres periodistas perdieron sus puestos en el incidente, el cual ha fortalecido las acusaciones de Trump de que sus enemigos políticos usan “noticias falsas”. (Las investigaciones sobre “Rusiagate” siguen).
  • El Senado presentó su proyecto de plan de salud. Ha sido rechazado ampliamente porque no hay consenso entre republicanos sobre qué recortar, y por es posible que no tenga los votos para ser aprobado. Pero desde ya se sabe que por lo menos 22 millones de personas podrían quedar sin seguro. Y que programas para ayudar a los pobres serán
  • La Corte Suprema de Justicia rescató una versión algo limitada del plan de prohibición de visas a ciudadanos de siete países musulmanes. Entró en efecto el viernes pasado.
  • La Cámara aprobó la ley Kate, para aumentar la severidad de las condenas a las personas indocumentadas que cometen crímenes y presionar a las llamadas Ciudades Santuarios para que colaboren con el servicio ICE en las redadas y deportaciones.
  • El Secretario de la EPA (la agencia de protección al medio ambiente) está intentando impulsar un estudio científico del gobierno que cuestione el cambio climático.
  • Un comité que investiga el fraude electoral ha pedido a cada estado de la unión que entregue los datos de cada votante del país. La medida ha producido alarma y por lo menos 27 estados han anunciado que no entregarán los datos.

Todo lo anterior son solo algunas de las medidas que se han implementado en semanas recientes con repercusiones que afectarán a millones de personas en EUA.

Todas son medidas que exigen amplia discusión. Pero la atención de los principales medios de EUA sigue enfocada en las meteduras de pata de la administración.

Conscientemente o por mera coincidencia, podría decirse que al enfocar demasiado en el drama entre el presidente y sus enemigos se ha tendido una cortina de humo que permite al presidente y el congreso republicano implementar su agenda.

Pero esta cortina de humo también esconde la bancarrota política de un segmento de la oposición a Trump, el oficialismo del partido demócrata, que no obstante la debacle causada por la derrota de Hillary Clinton en noviembre 2016 sigue en las mismas — los mismos rostros, iguales palabras, muestra de que no han aprendido absolutamente nada.

Una reflexión sobre la semana que pasó en EUA.

 

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
7/2/2017