Oney JudgeEl mundo está a punto de familiarizarse con Oney Judge, la esclava de George Washington que se escapó y durante muchos años — hasta el momento de su muerte — el primer presidente de EUA la buscó.

Para el presidente, el escape de su esclava no fue más que “ingratitud”.

Washington, en su lecho de muerte, concedió la libertad a sus esclavos, pero como Oney (conocida también como Ona) pertenecía a Martha, la esposa del padre fundador de la tierra de la libertad, ella no habría sido emancipada.

El museo Mount Vernon, actualmente en lo que fuera la residencia de George Washington, tiene una exhibición sobre la fugitiva. “Never Caught” (Nunca Capturada) es el título de un libro por Erica Armstrong de la Univeridad de Delaware. “Tenemos fugitivos famosos, como Harriet Tubman y Frederick Douglass. Pero décadas antes, Ona Judge hizo lo mismo. Por eso quiero que se conozca su historia”.

Oney Judge nació en Mount Vernon bajo la esclavitud y acompañó a la pareja presidencial a New York, Philadelphia y Washington. Fue en Philadelphia que ella se enteró de que la iban a regalar a la nieta de Martha Washington, lo cual significaría que sería enviada de vuelta al sur. Con la ayuda de ex esclavos, se escapó y fue a New Hampshire.

Allí contrajo matrimonio, trajo al mundo a tres hijos y, aunque vivió bajo condiciones muy duras, nunca se arrepentiría de hacer escapado, según dijo en 1875 durante una entrevista. George Washington intentó violar leyes federales sobre la captura de esclavos y contrató a un empleado del servicio de aduanas para que la llevara de vuelta, algo que no se realizó.

Oney Judge, mujer que supo lograr su libertad, escapando del yugo de la esclavitud en casa del primer presidente de EUA.

Via Newser