Dia sin inmigrantesCon el servicio de inmigración al acecho, y el temor de encarcelamientos y deportaciones, la posible separación de familias, por no decir incontables horas de preocupaciones, y la navegación por un sistema legal laberíntico e intimidante, los inmigrantes indocumentados en EUA son el eslabón más vulnerable a la ira política de la nueva administración.

Ello no impidió que el 16 de febrero se celebrara en varias ciudades de EUA el “Día sin inmigrantes”, simbólico boicot para mostrar el poder que poseen las comunidades de inmigrantes.

El llamado a no trabajar, faltar a clases y abstenerse de realizar cualquier tipo de gasto recibió respuesta en Chicago, Austin, San Francisco, Detroit, Philadelphia, New York City, Minneapolis-St Paul, Washington D.C., Charlotte, entre otras ciudades.

En muchos lugares, el boicot fue acompañado de manifestaciones.

Por su importancia en la economía de los centros urbanos, el boicot se hizo más evidente en la industria del restaurante, que durante mucho tiempo ha sido el primer escalafón de la economía para los recién llegados, que encuentran empleos como cocineros, lavadores de platos y camareros y camareras. Muchos dueños de restaurantes, habiendo en un momento carecido de documentos migratorios, cerraron en solidaridad.

Según informó la Associated Press,

Desde finales de 2007, el número de trabajadores en EUA nacidos en el extranjero ha aumentado en casi 3.1 millones, hasta 25.9 millones; representan el 56% del aumento en el empleo en EUA durante ese período, según el Departamento de Trabajo.

Alrededor de 12 millones de personas están empleados en la industria de restaurantes, y los inmigrantes son la mayoría — hasta el 70% en lugares como Nueva York y Chicago, según el Restaurant Opportunities Center United, que trabaja para mejorar las condiciones de trabajo. Se calcula que alrededor de 1.3 millones en la industria son inmigrantes en sin documentos migratorios en EUA.

Estos mismos trabajadores han participado en las luchas por aumentar el salario mínimo.

Pero ayer el boicot tenía un objetivo claramente delineado: Protestar los esfuerzos de la administración de aumentar las deportaciones, construir un muro en la frontera y cerrar las puertas del país a los viajeros de muchos partes del mundo.

Los organizadores del evento han convocado a otra protesta el 1 de mayo.

Más información en inglés LA Times

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