The wheel is turning
and you can’t slow down
You can’t let go
and you can’t hold on
You can’t go back
and you can’t stand still
If the thunder don’t get you
then the lightning will

The Grateful Dead

Sobra decir que ni Donald Trump ni nadie en su administración tiene en estos momentos la valentía, honestidad o locura de decir francamente lo que piensan del mandato hasta ahora.

De escuchar a los partidarios, especialmente en los noticieros de la red Fox News y los portales Drudge Report y Breitbart, las cosas van tal cual se planearon.

Quizás con una que otra distracción.

Pero basta con salir de esta realidad alternativa para ver una situación deplorable y en constante deterioro.

Esta semana vimos, ante una audiencia calculada en 19.5 millones de personas, al antiguo director del FBI acusar al presidente de ser deshonesto y maquiavélico, de mentir abiertamente y usar el poder de su administración con fines que podrían encajar dentro de la definición de obstrucción de la justicia.

La semana que viene, una comisión del Senado interrogará a Jeff Sessions, Fiscal General de la nación, sobre sus vínculos con Rusia. Más específicamente sobre las reuniones que sostuvo con funcionarios rusos y no reportó a las autoridades estadounidenses. Jared Kushner, yerno del presidente y asesor  muy cercano a él, será interrogado más adelante.

Rachel Maddow, periodista de MSNBC, sostiene que el mismo Trump será investigado por las autoridades — algo que hasta el momento no se ha anunciado públicamente.

No pasa un día sin que los noticieros discutan las múltiples crisis de la administración. Y esto es solo el comienzo.

Hemos escuchado que poco después de despedirlo por presuntamente negarse a prometer su lealtad, Trumpl amenazó a Comey, diciendo que existían grabaciones de las conversaciones, entre el mandatario y el funcionario. Ahora los investigadores del senado han pedido dichas grabaciones — si es que las hay. Si existen, tiene que aflojarlas, sino se le considerará como un mentira.

También se acusa al presidente de haber pedido a los jefes de la inteligencia de EUA que debilitaran la investigación sobre Rusia. Informa el Washington Post que Trump ordenó al director nacional de inteligencia Daniel Coats y al director de la CIA Mike Pompeo que descarrillaran la investigación sobre Rusia.

Pero lo anterior es solo sobre la investigación de la presunta injerencia rusa en la campaña Trump.

Los problemas van más allá de esta paralizante investigación.

La semana pasada también, el presidente atacó al alcalde de Londres, primer musulmán elegido para dirigir la metrópolis, luego del más reciente ataque terrorista. Cuando reventó la noticia del atentado en el Puente de Londres, el presidente volvió a pedir la prohibición a ciudadanos de algunas naciones musulmanas a viajar a EUA, también hizo RT (envió a su lista de Twitter) un informe de Drudge que resultó mentira y sugirió que el ataque confirmaba su oposición altcontrol a las armas de fuego en manos de particulares.

Trump también cortó por Twitter una alianza diplomática en el Medio Oriente. Donald Trump visitó Arabia Saudita hace poco y un semana después apoyaba el aislamiento árabe de Catar, nación donde EUA tiene su más importante base aérea en la región. Mientras el Secretario de Estado pide un acuerdo entre las naciones, Trump sigue denunciando a los líderes. 

En su magnífico libro sobre la Primera Guerra Mundial, “Los Cañones de Agosto”, la historiadora Barbara Tuchman cuenta que ya avanzado el sangriento conflictom un militar alemán preguntó a su colega, “¿Cómo diablos hemos llegado aquí?”

Mucho indica que en la administración Trump nadie se pregunta nada por el estilo. Cualquiera diría que se encuentran a la merced de las circunstancias.

Otra semana que pasó en EUA.

Carlos F. Torres
Director, El Molino Online
New York, NY, 6/11/2017