Esta frase lapidaria, pronunciada en medio de la Revolución Francesa por una princesa austriaca que ocupaba el cargo de Reina de Francia, causó tal repudio a la desprestigiada soberana, que eventualmente marcó el fin de la corona.

Una nota en el Huffington Post reseñando el debate en el senado sobre la extensión de los beneficios del desempleo a las personas que siguen sin encontrar trabajo nos recordó del comentario de la princesa austriaca que perdiera la cabeza (literalmente).

Cita el Huffington Post al Senador Jon Kyl de Arizona, el segundo republicano con más poder en el senado, argumentando que los beneficios de desempleo disuaden a la gente de buscar empleo, “Porque la gente está recibiendo dinero aún si no están trabajando”.

“El seguro de desempleo no crea nuevos empleos. De hecho, si algo se logra, al seguirles pagando compensación de desempleo los desincentiva de buscar nuevos empleos”.

Afortunadamente para el senador muy poca gente sigue los debates televisados.

Artículo completo en inglés.