Pete Seeger, cuya voz rebelde inspiró durante décadas las luchas por la justicia social en los campos, las minas y las fábricas de EUA, inmortalizó el himno, “Which side are you on”.
Which side are you on boys?
Which side are you on?
Which side are you on boys?
Which side are you on?They say in Harlan County
There are no neutrals there.
You’ll either be a union man
Or a thug for J. H. Blair.
Lo dice la canción: hay que tomar partido. Con un lado o con el otro. Pero el medio no sirve. Frío o caliente. Pero no tibio.
Acompaña a este llamado a pronunciarse un incremento en la polarización. Se perdió la neutralidad. Y esto es lo que actualmente se vive en EUA, en donde el presidente es un semidios, para unos; un canalla para otros.
Esta semana, a medida que avanza el proceso de impeachmente del presidente, anunciándose una fase pública y televisada de la investigación previa a la formulación artículos de impeachment, el presidente asistió a un mitin de campaña en Tupelo, Mississippi — en la profundidad del sur país, donde está su base de apoyo.
And Trump’s Tupelo rally ends with him vowing to “make America great again.” pic.twitter.com/Q4bCVZNT7w
— Aaron Rupar (@atrupar) November 2, 2019
Son eventos meticulosamente organizados, producidos teniendo en mente que serán transmitidos por el canal de televisión Fox. Aunque el presidente lleva un teleprompter, se aparta del texto y en muchos casos es ahí que enloquece a sus seguidores con los insultos, las exageraciones y mentiras, la denuncia constante y mofa de la oposición. El racismo.
Para esa audiencia es equivalente a una experiencia de adoración religiosa, reafirmación de sus temores y prejuicios. Y entretenimiento — como la flatulencia de un payaso. Un niño malcriado que dice groserías.
El resto del tiempo, Trump escasamente sale de un mundo en que se siente cómodo: Va a sus propiedades, Mar a Lago, campos de golf, etc. O la Casa Blanca, donde lo rodea un equipo que jamás le dirían no.
En días recientes, a alguien se le ocurrió la peregrina idea de llevarlo a un juego de la Series Mundial de Beísbol en la capital. Fue abucheado masivamente.
Anoche, se le ocurrió ir a un evento de pugilismo en Madison Square Garden. Habría pensado que iba a tener mejor recepción — es otro grupo demográfico que el del béisbol las entradas cuestan menos que las de un partido de la Serie Mundial.
Pero el abucheo fue el mismo. Brutal e inmisericorde.
Trump got booed at the World Series so he decided to come to an MMA fight in NYC.
He just entered and the crowd booed like hell.
— Joshua Potash 🆘 (@JoshuaPotash) November 3, 2019
Hace mucho que la política en EUA partió en dos dirección diferentes. Ya escasamente se ven los unos y otros. Esto se llama. Polarización.
Otra semana que pasó en EUA
CFT, Director El Molino Online
Pennsylvania, USA
Nov 2, 2019
