La Corte Penal Internacional (CPI) está investigando a Alvaro Uribe, Presidente de Colombia entre 2002 y 2010, por masacres sucedidas durante su mandato, que no han sido tratados a fondo por la justicia colombiana.
Informa Antonio Albiñana en Publico.es que Fatou Bensouda, Fiscal de la CPI encabeza la investigación en torno a los llamados “falsos positivos”, el asesinato de campesinos indefensos presentados como guerrilleros muertos en combate.
Dice que más de 3,000 casos reconocidos por la propia fiscalía colombiana han llegado a la CPI: “Hay bases razonables para creer que se trató de una política de Estado; estos asesinatos, cometidos para aumentar los índices de éxito militar, podrían considerarse crímenes de lesa humanidad…”.
Agrega que esta “última de las denuncias” contra Uribe la presentó personalmente el Presidente de la Comisión de Paz del Congreso de Colombia y diputado por el izquierdista Polo Democrático, Yván Cepeda, quien ha declarado a Público que: “[…] delitos de persecución contra opositores, magistrados, políticos y periodistas contra los que ordenó intervenciones telefónicas ilegales, seguimientos y campañas” involucran al antiguo mandatario.
Algunas de estas persecuciones, agrega la publicación española, terminaron con el asesinato de los opositores a manos de sicarios paramilitares.
Dice igualmente que, además de estos posibles cargos, Uribe enfrenta una investigación por “protagonismo en la formación del ejércitos paramilitares en sus fincas ganaderas”.
El cerco que la justicia colombiana e internacional ha tendido en torno a él, agrega Público, explican en la creación de una nueva fuerza política llamada el “Puro Centro Democrático” mediante la cual Uribe intenta “blindarse” de ser enjuiciado por estas acusaciones.
