Los cambios propuestos por la administración Trump en las políticas para refugiados en EUA básicamente pone patas arriba un sistema creado hace 70 años y que, aunque esté muy lejos de la perfección, ha respondido en tiempos de crisis y salvado las vidas a miles de personas.
Ahora, sostiene Elizabeth Ferris en Brookings, puede tener serios efectos a largo plazo.
“El sistema internacional de refugiados, construido después de la Segunda Guerra Mundial, ha permitido a millones de refugiados en cada región encontrar seguridad en otros países. La anticipada suspensión bajo mandato del Presidente Trump de todo reasentamiento de refugiados en EUA impondrá restricciones adicionales a los refugiados de países en gran parte musulmanes, hecho que es un triste evento para los refugiados y para los apreciados valores americanos.
“El sistema, basado en la Convención de 1951 sobre los Refugiados y guiado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ha demostrado notablemente capacidad de adaptación durante las últimas seis décadas. Destinado originalmente para ayudar a los desplazados durante la Segunda Guerra Mundial, ha salvado la vida de millones de mujeres, niños y hombres que huyeron de los países comunistas, de persecución por parte de gobiernos represivos, guerras civiles, “limpieza étnica”, genocidio y bandas criminales.
“Nunca ha funcionado perfectamente.
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“Aún desgastado como está, el sistema ha seguido respondiendo a las necesidades tanto de los refugiados como de la comunidad internacional. El sistema se basó en el concepto de responsabilidad compartida, reafirmado en la Declaración de New York.
Las acciones de la administración Trump cerrarán las puertas a los refugiados, que la ley federal ya requiere pasen por una investigación exhaustiva. Este es un gran problema, tanto por sus efectos directos como por sus posibles repercusiones a nivel internacional. La medida niega a los refugiados la oportunidad de comenzar una nueva vida en EUA y enriquecer nuestras comunidades. Más ampliamente, es otro golpe a un sistema internacional ya frágil. Si la política de refugiados de EUA excluye a aquellos que huyen de la violencia en los países de mayoría musulmana, ¿por qué no deberían otros países imponer exclusiones similares? Si la futura política de refugiados de EUA se basa en una estrecha implementación de ‘América Primero’, ¿por qué Líbano, Tanzania o cientos de otros países siguen recibiendo refugiados?”
