The Lincoln Project

Donald Trump ha logrado lo que ningún otro presidente ha hecho: unir a republicanos y demócratas, conservadores y progresistas, boomers y millennials en números sin precedentes para tratar de derrotarlo en noviembre” esa es la tesis de una extensa nota por Roxanne Roberts en el Washington Post.

En su reseña del Lincoln Project, agrupación relativamente nueva de los Never Trumpers, dice que en escasos meses de vida ha logrado abrirse un espacio en la mente de Donald Trump. Su principal objetivo es trolear a Trump hasta el punto de la deseperación. 

El Lincoln Project se distingue for el magistral manejo de la publicidad y las redes sociales. Tal como Trump intentó gobernar por Twitter, ellos lo persiguen y hostigan, con precisión militar en que la burla y el sarcasmo son poderosas armas.

“Los anuncios son ingeniosos, mordaces y más impactantes que cualquier cosa que haya producido la campaña oficial de Joe Biden. El último anuncio, ‘Wake Up’, es una oscura sátira sobre una víctima de coma que al despertar se entera sobre los últimos tres años de Trump. ‘Republiacanos, tenemos que despertarnos. Este tipo estaba en coma. ¿Cuál es tu excusa?'”

El enemigo de mi enemigo es mi amigo o tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

“[…] mi horizonte temporal es la elección”, dice Charlie Sykes, un comentarista político conservador que no es parte del Proyecto Lincoln pero que quiere que Trump sea rechazado. “Es como si la casa se está incendiando y quiero apagar el fuego. Me preocuparé por la redecoración más tarde”.

Explica que en términos prácticos es que los anuncios del Proyecto Lincoln están específicamente diseñados para sacar de quicio al presidente. Cada vez que Trump reacciona a un anuncio del Proyecto Lincoln, está hablando sobre cosas de las que no le conviene hablar. Se ve obligado a justificar por qué bajó tan lentamente la rampa en la Academia Militar de los Estados Unidos; o por qué bebió agua con las dos manos.

Trump denuncia por Twitter el anuncio “Luto en Estados Unidos” y recauda millones de dólares. . . para el Lincoln Project. 

El grupo es altamente eficiente, un pocas docenas de empleados producen nuevos videos durante la noche, superando la capacidad de respuesta del presidente y su equipo. 

El Lincoln Project pauta publicidad en Washington y Bedminster para una audiencia de uno. “Trump es una criatura que existe solo en la televisión, el Chauncey Gardiner de nuestro tiempo”, dice Wilson, evocando la película “Estar allí”. “El hecho de que podamos usar su enfermedad mental y su adicción a la televisión para congelarlo, y manipularlo tiene un propósito más amplio para la campaña general en términos de sacarlo del mensaje, desorganizarlo y desorientarlo “.

Todo esto está diseñado para ayudar a Biden, a quien respaldaron en un artículo de opinión del Washington Post en abril.

Poseen la habilidad de hablar con los conservadores de una manera que los demócratas no pueden hacerlo, con técnicas que han perfeccionado en numerosas campañas republicanas. También se dirigen a los republicanos “blandos” que pueden ser persuasivos, como los que votaron por Obama en 2012 y Trump en 2016.

Una pregunta, por supuesto, es si los anuncios del Proyecto Lincoln están predicando al coro, hablándole a demócratas y otros Never Trumpers, o si tienen la capacidad de influir en los votantes que se identifican como republicanos.

Sarah Longwell, fundadora de Votantes republicanos contra Trump, ha tomado un rumbo diferente. Su grupo ha recogido cientos de testimonios de votantes de Trump de 2016 que planean votar por Biden en 2020 y está utilizando los US$13 millones que han recaudado, una gota en el mar del gasto de la campaña, para emitirlos en estados vulnerables.

La campaña de Trump y los conservadores que lo apoyan han atacado agresivamente el Proyecto Lincoln como un generador de dinero para los fundadores, dado que el último trimestre, el grupo recaudó casi US$17 millones. No, dicen, al menos no más que cualquier otra operación de campaña de alto perfil. Es política como siempre. 

“Hasta donde puedo ver, y no soy parte de esto, no están haciendo nada diferente a cualquier otro comité de acción política”, dice Sykes. “Y, sin embargo, es fascinante para mí la cantidad de energía que se está gastando para desacreditarlos, lo que nuevamente, creo que habla de su efectividad. Han tocado un nervio increíble”.

Ahora, el grupo ha expandido sus operaciones a las contiendas del Senado en todo el país, dirigidas a Susan Collins, Joni Ernst, Thom Tillis y Lindsey Graham, para derrotar a los republicanos más cercanos a Trump. El grupo también se ha comprometido a invertir dinero en educación y asistencia por correo.

“No podemos quitar el pie del acelerador, pero Trumpl va a perder y va a perder por mucho”, dice Conway. “La razón por la que estoy seguro de esto no es por las encuestas, sino por su naturaleza esencial, su naturaleza autodestructiva. No sabe cómo manejar la situación actual. No puede escaparla. Y si seguimos presionando, seguimos haciendo lo que venimos haciendo, él mismo se va a enterrar”. 

The Washington Post