Bebé DonaldOtro día en que los problemas se multiplican para Donald Trump, quien se ve asediado desde diversos flancos y sigue, campante, desafiante como si nada hubiera pasado. Ayer jueves 18 de octubre, en medio de un proceso de impeachment, su jefe de gabinete (interino) Mick Mulvaney, dijo que el gobierno de Trump retuvo casi US$400 millones en ayuda militar para presionar a Ucrania a investigar a los demócratas.

Este es precisamente uno de los tres artículos del proceso de impeachment que se inció en la Cámara de Representantes. Incluso en este tobogán de escándalos que revientan a cada hora, estas palabras causaron zozobra en la estrategia legal de Trump en su proceso de impeachment. En menos de una hora, Mulvaney había dicho que sus declaraciones fueron mal interpretadas — no obstante el que las hubiese pronunciado en frente a las cámaras.

Comentó Adam Schiff (demócrata por California), el hombre que encabeza el proceso de impeachment, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes:

“Creo que con la admisión del señor Mulvaney las cosas han ido de malas, muy malas a peores, muchísimo peores”.

Al mismo tiempo, en sesión cerrada del comité que preside Schiff, Gordon Sonland, embajador de EUA a la UE, afirmaba que Trump había delegado la política exterior de EUA sobre Ucrania a Rudolph W. Giuliani, el abogado del presidente y un personaje sin cargo oficial.

Sonland, quien donó US$1 millón al comité de la inauguración de Trump en 2016 y no tenía ninguna experiencia diplomática, testificó durante nueve horas. Dijo que no estaba de acuerdo con la decisión de Trump de involucrar a Giuliani en todo lo relativo a Ucrania, pero que había cumplido las órdenes.

Los mensajes por texto entre Sonland y Bill Taylor, diplomático de carrera asignado a Ucrania durante ese periodo, están siendo examinados minuciosamente por investigadores del Congreso. Bill Taylor también está en la lista de individuos que serán interrogados.

Sonland colaboró estrechamente con Kurt Volker, diplomático que renunció al comienzo del escándalo y Rick Perry, Secretario de Energía. Se llamaban informalmente Los Tres Amigos. Todos, según testimonios e informes periodísticos, se reportaban a Giuliani.

Ahora Rick Perry anunció que renunciará a su cargo en el gabinete del presidente. La Cámara de Representantes ha solicitado documentos de Perry, pero hasta el momento no se sabe si los va a aflojar. En caso de que se niegue a hacerlo, y también rehúse comparecer ante el comité si es citado, ello constituiría otro artículo más de impeachment: Obstrucción al congreso, una de las tres ramas del gobierno según la constitución.

Mick Mulvaney en la conferencia de prensa que le causó enormes problemas, también soltó otra bomba.

Anunció que el presidente había decidido que la próxima reunión del grupo G7 tendrá lugar en un propiedad de Trump, el Doral en Miami. Aseguró, sin embargo, que no había ningún conflicto de interés.

Recordamos a nuestros lectores que Trump, sus familiares, y su equipo de trabajo vienen acusando a Joe Biden de abusar de su cargo como vice presidente al presuntamente ayudar a su hijo Hunter a obtener un empleo con un banco de Ucrania.

Eto constituye una violación de la constitución de EUA directa y profunda sostiene el abogado constitucional Andrew Napolitano. “Se ha creado un enorme dolor de cabeza con esta selección. Es una violación tan profunda y directa de la cláusula de emolumentos (enriquecimiento personal por un cargo público).

Mientras tanto, una encuesta de Pew indica que ya una mayoría de estadounidenses considera que es preciso sacar a Donald Trump de la presidencia. Es un movimiento modesto pero en una dirección contraria a lo que quisiera Trump. Uno de cada 10 adultos que hace un mes se oponía al juicio político ahora lo apoya.

Y la conducta del presidente en nada lo ayuda.

Uno de los grandes defensores en los medios fuera de Fox News es Rick Santorum. Dijo en CNN que “Esto es realmente perjudicial para el presidente en la elección de noviembre de 2020 y he escuchado de muchos republicanos que aman a Donald Trump decirme por primera vez que están dando un paso atrás y en realidad están pensando si están va a votar por este hombre. He escuchado esto de personas de las que estoy sorprendido de escucharlo”.

Santorum se refería a la decisión de Trump de permitir que Turquía ingresara a territorio de los kurdos al norte de Siria. Durante muchos años EUA tenía una alianza militar con los kurdos, la cual fue rota unilteralmente por Trump y ha puesto patas arriba el medio Oriente, para ventaja de Rusia e Irán.

El presidente despachó a su vice presidente, Mike Pence, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo, quienes lograron un cese al fuego temporal, que dio a Turquía lo que buscaba en términos de territorio. Lo presentaron como una gran victoria.

Pocos coinciden con la evaluación positiva. Y los mismos senadores que han denunciado este cambio geopolítico son los que tendrán que juzgar a Trump en su juicio de impeachment.

Todo lo anterior, y el enfrentamiento ayer entre Trump y Nancy Pelosi en el que el presidente perdió los estribos y la insultó, hace más atractiva que nunca la tesis de George Conway, conocido abogado constitucional y esposo de KellyAnne Conway, una de las portavoces de la presidencia, de que algo anda muy mal en la salud mental de Donald Trump.

Imagen cortesía Daily Beast