Más obvio no puede ser: El oficialismo del partido demócrata no quiere a Bernie Sanders y le está apostando todo a Joe Biden, ex vice presidente de Barack Obama. Fue elegido en 1972 al Senado de la República y desde entonces ha ocupado una serie de cargos. Se ha postulado como precandidato varias veces y, realmente, le fue relativamente mal.
El oficialismo, tal vez porque conocen que la historia de Biden ha sido un zigzagueo dejando mucho de que avergonzarse en el proceso, intentó ver la reacción del público a otros candidatos que pudieran romper la línea de ataque de Sanders. Probaron Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Michael Bloomberg. También Kamala Harris, senadora por California. Ella ya anunció que apoyará a Joe.
¿Es una buena decisión? O ¿es falta de imaginación?
A su favor, Joe Biden tiene:
- Fatiga de Trump — el país está fatigado de los escándalos, la grosería, el desprecio por las leyes e instituciones.
- Sectores del electorado motivado para votar por quien sea, menos Trump. Tiene el apoyo de la población afroamericana, hecho que se vio en las victorias contra Sanders en Carolina del Sur y los estados del SuperTuesday.
- Una ventaja en delegados
- Según sus promesas, tendrá la plata y la infraestructura de Michael Bloomberg, el milmillonario ex-alcalde de New York quien, incapaz de comprar la presidencia, e se ha comprometido a gastar lo que sea con tal de sacar a Trump.
- Un alto porcentaje de periodistas y medios que simpatizan con él.
- Amplios sectores del mundo empresaria, finanzas, farmacéuticas, energéticas, hi tech, Hollywood. Les atrae el concepto de un retorno a “la decencia y el respeto”.
- Dinero en los Comités de Acción Política que existen y están por formarse.
- Una base de apoyo que siempre vota demócrata,
En su contra, Joe Biden tiene
- La izquierda del partido demócrata que considera que vencer a Trump requiere una agenda más radical. Miles de activistas que han salido a promover las ideas social demócratas de Bernie Sanders, y se han movilizado por decenas de miles en los mítines, tocando puertas, y donando pequeñas cantidades. ¿Apoyarían ellos la campaña de Joe Biden?
- Su propia trayectoria de 40 años, en los cuales a votado a favor de las guerras, se ha pronunciado en pro de recortar prestaciones sociales, ha tenido problemas con los derechos de las mujeres (muy toquetón), de los negros, los pobres.
- Su imaginación que a veces se confunde con la realidad. En 1988 plagió el discurso de un político inglés; en 2020, solo hace unas semanas, “recordó” cuando lo arrestaron en Sudáfrica yendo a visitar a Nelson Mandela, algo que nunca sucedió.
- Tartamudea, un padecimiento que ha sabido superar, pero a veces bajo presión le regresa.
- La edad: 77 años — a veces se confunde. Los trampistas dice que puede ser deficiencia mental.
- Los problemas de su hijo Hunter, quien fue contratado por una compañía de Ucrania, recibiendo US$50,000 mensuales, nadie sabe qué hizo. Esto será la base de una investigación en el Senado próximamente y debilita cualquier argumento de corrupción en contra de Trump y su familia.
- El senado de EUA, controlado por los republicanos, y apoyado por los medios de la ultraderecha — desde Fox News hasta los cientos de publicaciones neonazis y nacionalistas blancos.
- Su cercanía a los Clinton, odiados tanto por la derecha trumpista como por la izquierda del partido demócrata.
- Sin carisma. Soporífero.
Todavía está por verse quién gana la nominación, pero para algunos observadores de la realidad estadounidense, incluyendo este bloguero, una derrota de Bernie Sanders en el proceso de nominación podría significar un candidato con rabo de paja, que al acercarse mucho a la candela política se quemará, abriendo el campo para cuatro años más de Donald Trump.
Otra semana que pasó en EUA.
CFT
Pennsylvania EUA
Marzo 7, 2020
