Era un maniquíEn medio de la nevada del 16 de diciembre en Hudson, New York, un buen samaritano vio una anciana en un auto semisepultado por la nieve. Alarmado, hizo lo que exige una buena conciencia: avisó a la policía, llamando al 911 para reportar que una anciana estaba congelada.

No tardaron en llegar tres oficiales, dos detectives y una ambulancia, quienes en poco tiempo lograron romper una ventana del auto, abrir la puerta. Solo para descubrir que se trataba de un maniquí que el dueño del auto usa para entrenar en métodos de primeros auxilios.

El propietario del vehículo dijo que siempre transporta sus maniquíes de la misma manera — en la silla delantera, como un pasajero. Los lleva de ida y vuelta a los centros laborales en el área que lo contratan.

Ahora, el dueño del auto está furioso. “Bastante agresivo y vulgar”, dijo Edward Moore, jefe de la policía local. Pero las fuerzas de la ley no consideran que han cometido ningún error. Su mensaje básicamente es, “Si estaciona su auto con un maniquí que parece real y creemos que es una anciana, vamos a romper la puerta”.

Via Newser