El funeral de BushLa historia nos acaba de deleitar con un festín de ironía en lo que constituye el primer encuentro entre el presidente de EUA Donald Trump y el hombre que le precedió, Barack Obama, en las exequias fúnebres de otro presidente George H.W. Bush, en la Catedral Nacional de Washington.

No solo fue irónico por el hecho de que Trump se presentara al solemne evento ya que en otro funeral hace poco, el de Barbara la esposa del difunto, ella había dicho que no quería que Trump fuera invitado — así de agria está la política en EUA.

También fue evidente la tensión que se sintió cuando llegaron Trump y Melania (el periodista Chris Wallace lo describió como una helada que cayó), ya que ellos han decidido jamás hablarles a previos presidentes: Los Obama, los Bush, los Clinton, los Carter. Para cada uno de ellos ha tenido un insulto: A Obama lo llamó ilegítimo, a Clinton un violador; a Carter el segundo peor (después de Obama).

Y cada vez que alguien elogió al difunto presidente, el público no pudo dejar de contrastar con el tono agresivo que reina en la política actual, iniciado por la Casa Blanca y sus acólitos, donde los adversarios son enemigos y los enemigos son sometidos a insultos, apodos, burlas.

Más irónico aún que todo lo anterior es que la ceremonia haya tenido lugar al día siguiente de que el fiscal especial Robert Mueller (nombrado en mayo 2017 con el fin específico de investigar crímenes en colaboración con intereses rusos por parte del equipo de la Casa Blanca, incluyendo el mismo presidente, su familia y sus asesores) presentara una serie de documentación que respalda la solicitud de una sentencia leve para Michael Flynn. Por su colaboración.

Flynn, condecorado militar estadounidense, ocupó brevemente (20 días) el cargo de asesor de seguridad nacional de la entrante administración Trump; fue despedido tras admitir haber mentido en varias ocasiones sobre sus reuniones y relaciones con el Kremlin. Luego, presionado por el fiscal se reunió con los investigadores y presuntamente ha cantado como un canario — ayudando en la investigación, en áreas desconocidas hasta el momento ya que gran parte de los documentos presentandos por Mueller han sido en gran parte censurados.

Pero hay más.

En la única reunión que han sostenido Trump y Obama, la cual tuvo lugar en la Casa Blanca el día en que entregó las llaves del país, Barack Obama dio dos consejos al nuevo presidente: Cuidado con las relaciones con Corea del Norte; y no contrate a Michael Flynn.

MIchael Kelly y Vladimir PutinDesde antes que ganara Donald Trump la presidencia, la inteligencia de EUA le tenía el ojo puesto a Michael Flynn, quien había sido obligado a dimitir de su cargo en el ejército unos años atrás. Desde entonces se venía acercando a los rusos, hablando en diversos eventos, incluso uno al que asistió el mismo Vladimir Putin. (No es ningún crimen tener relaciones con Rusia, menos en aquellos días en que las tensiones eran bajas; pero la ley estadounidense exige que cualquiera que represente los intereses de otro gobierno se registre como agente).

Ya cuando Flynn dejó de ser un civil y entró a formar parte de la administración tuvo que llenar una serie de formularios, pero el hombre jamás informó a las autoridades sobre sus relaciones con el Kremlin.

Sin embargo, como las agencias de inteligencia de EUA saben mucho, la administración recibió aviso de que Flynn podía ser sujeto a Kompromat por parte de los rusos. (Kompromat es una técnica de espionaje que consiste en obtener información sobre alguien importante para luego chantajear a dicha persona).

Eventualmente (pero no inmediatamente) ello resultó en el despido de Flynn, quien había estado en el círculo más íntimo de la campaña, junto con Donald Trump Jr., Ivanka Trump, y Jared Kushner.

Según se ha sabido gracias a la investigación del fiscal Mueller, Trump pidió al entonces jefe del FBI James Comey que “la tome suave” con Flynn. Cuando Comey rechazó lo que consideró presión del presidente, fue despedido. Y esto disparó una investigación en torno a las circunstancias del despido, seguida del nombramiento del fiscal especial Robert Mueller, lo cual a su vez obligó al entonces fiscal general de la Nación Jeff Sessions a retirarse de la investigación por razones éticas: Él también había sostenido reuniones con los rusos.

Eso fue en mayo 2017. Desde entonces Kelly ha sido elevado al nivel de criminal convicto, junto con varios otros de los protagonistas con quienes en aquellos días frecuentó los círculos del poder.

La investigación ha desgastado a la administración.

Además del puñado de personas que ya se han declarado culpables, queda mucho por verse y observadores de la presidencia creen que es muy probable que próximamente caigan otros, entre ellos los hijos y el yerno del presidente.

Así, mientras personalidades del mundo político de EUA recordaban al difunto ex presidente, George H.W. Bush por su cordialidad, su generosidad, carácter respetuoso, sentado en primera fila un hombre obeso, frustrado, fruncido caricaturesco, lucía completamente fuera de su elemento muy segurdamente no podía evitar pensar que si hubiese escuchado los consejos de Obama no se encontraría en estas: Con el agua al pescuezo.