Todo indica que Donald Trump, uno de los personajes más vengativos en la historia política de EUA, ha encontrado en Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Represantes, la adversaria que logrado ponerlo a la defensiva. Una y otra vez.
Nancy Pelosi enfrenta a Trump igual que un pugilista que en el primer round da un buen golpe en el rostro de su adversario, y en cada round siguiente concentra sus golpes en el mismo punto, metódicamente, con una precisión casi cirúrgica, hasta que romper las defensas.
Eso parace ser lo que persigue Pelosi en su lucha contra Trump — acabarlo, pero a su debido tiempo, según los cálculas de la líder demócrata.
Ellla se ha pronunciado en contra del juicio político al presidente que se conoce como “impeachment”. Dice que la evidencia de obstrucción de justicia existe y puede indicar crímenes. (“Encubrimiento”, como dijo al entrar a una reunión en la Casa Blanca la semana pasada, reunión que terminó luego de tres minutos en que el presidente aseguró que no trabajaría con los demócratas mientas lo sigan investigando).
No obstante, ella dice que EUA no está lista para un proceso tan divisivo en un país tan dividido. Propone, en vez, seguir investigando hasta que la evidencia alcance un volumen de contundecia el cual no deje alternaiva fuera de juzgar a Donald Trump para retirarlo de la presidencia.
Es así como en la Cámara de Representantes se cursan simultáneamente varias investigaciones a Trump — desde sus finanzas personales, a las de su familia, las de su empresa, hasta aspectos del informe del fiscal independiente Robert Mueller que han sido censurados.
Todo eso lo quieren ver los congresistas demócratas.
Los republicanos, mientras tanto, ponen el grito en el cielo y se niegan a presentarse como testigos y entregar las montañas de documentos que les piden. En medio de esta crisis política y posiblemente constitucionale entre el poder legislativo y el ejecutivo, muy poco pasa en cuanto a legislación respecto a inmigración, salud, infraestructura, por no decir el medio oriente, la educación y otras necesidades urgentes de una sociedad casi al borde de la parálisis.
Pelosi, que con 79 años cumplido desborda energía y seguridad en si misma, inicialmente trató al presidente como un nieto malcriado (“berrinchudo” lo ha llamado Pelosi). Pero ahora ha cambiado y lo enfrenta más directamente, señala Mike Allen en una nota en Axios, que comenta sobre la reunión de la semana pasada que fracasó cuando Trump se emputeció y se fue.
- “Me gustaría que su familia, su administración o su equipo realizaran una intervención para beneficio del país”, dijo en su conferencia de presa. “Les corresponde a su familia y su gabinete y su equipo en la Casa Blanca: Este comportamiento no es del nivel que exige la dignidad del cargo de presidente de EUA”.
- “No me cabe duda de que la Casa Blanca está pidiendo a gritos e impeachment. Por eso es que se le cruzaron los cables ayer”.
Agrega Mike Allen: “Un alto funcionario del partido demócrata me dijo: ‘Ella ha logrado dejar tres cosas completamente claras. 1) A ella le interesa hacer cosas en Washington y él nuevamente se salió de una reunión. 2) Es la única adulta en Washington y dirije a los demócratas con precisión. 3) El es un chiquillo que va a pagar un precio por atacarla, especialmente por el infantilismo de bajo nivel con que la ataca.
A republicanos incluso les preocupa la manera en que Pelosi sabe manipular a Trump.
Y Trump vuelve a caer.
Otra semana que pasó en EUA.
Carlos F. Torres
Director El Molino Online
5/26/2019
Pennsylania EUA
