La asistencia económica a los gobiernos estatales y locales de EUA es una de las dos formas inevitables de revivir la economía, dice en el Daily Beast Robert Solow.

Tras señalar que la drástica reducción de los ingresos de los gobiernos locales a causa de la recesión, así como su limitada capacidad de endeudarse, han provocado un descenso importante en los gastos públicos, el ganador del Premio Nobel dice que “la ayuda federal se gastaría con prontitud en los servicios establecidos y las transferencias a los necesitados”.

La otra recomendación es implementar una “reducción de impuestos cuidadosamente dirigida a ciertos sectores”, dice.

Respecto al estado actual de la economía, considera que está “cojeando, creciendo lentamente, demasiado lentamente para compensar por gran parte del terreno perdido por la larga y ardúa recesión”. Y pinta un futuro menos que prometedor, “Los miembros de la Junta de la Reserva Federal esperan que la tasa de desempleo seguirá siendo superior al 7 por ciento en 2012. (Aumentó del 4.6 por ciento en 2006 y 2007.) Estamos perdiendo la capacidad productiva, erosionando las habilidades, y perjudicando a muchas familias”.

La acción gubernamental es urgente, dice. “Sería una locura sentarse y esperar a que tenga lugar espontáneamente un explosión de gastos de los consumidores, o de inversiones empresariales en una economía estancada, con un elevado desempleo y con la utilización de capacidades todavía en la mitad de los niveles que precedieron la recesión”.

Sabe que un mayor gasto público enfrentará oposición política. Su respuesta: “Una democracia que funcione tiene que entender que a veces hay una diferencia entre las necesidades a corto y aquellas a largo plazo. Hoy, en una economía deprimida, necesitamos más el gasto”.

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