Las miopías que han permitido el avance del autoproclamado Estado Islámico son de no creerlo pero no me sorprenden.
Podía uno remitirse a los años 20 del siglo pasado para iniciar el proceso. Con el apoyo de los Estados Unidos, los “poderes aliados” vencedores de la Gran Guerra y dando alcance al Tratado de Versalles acordaron “repartirse el medio oriente” en medio de las ovaciones de los zionistas.
Casi cien años después, los territorios que se repartieron la Gran Bretaña (Palestina) y Francia (Siria y el Líbano) son el dolor de cabeza de la humanidad.
Comprensible que tras siglos de imperialismos las “potencias” de ese entonces se creyeran que iban a poder dominar así.
Si uno quiere comenzar a entender lo que allá pasó debería comenzar por la lectura del libro de David Fromkin “A peace to end all peace”.
Británicos y franceses se sentaron, primero en Versalles y luego en San Remo, pintaron un mapa y creyeron que habían resuelto todos los problemas que surgían de la desintegración del imperio Otomano.
Luego vino Lawrence, Arabia, el petróleo, la Segunda Guerra, el holocausto, Israel, los palestinos, la guerra del Líbano, Irán, Iraq, el Sha, Komeini, Sadam Hussein, las invasiones de los Bush.
Casi cien años de conflictos que no se resuelven y que dan paso a nuevos conflictos.
Hasta finales del siglo XX, en su miopía, la comunidad internacional creía que si resolvía la “cuestión palestina”, se encontraría la paz en el medio oriente.
Ups. Vino septiembre 11 de 2001 y descubrimos Al Qaeda y la “nueva versión del Islam militante.
En su miopía, Bush y Blair creyeron resolver el problema invadiendo a Afganistán e inventando un cuento de armas químicas para hacer lo propio en Iraq.
Y la miopía se contagió.
Saudí Arabia y los emiratos del golfo pérsico no ven más allá de sus narices en cuanto se ha tratado de financiar movimientos extremistas que se oponen a los chiitas.
Francia y Alemania siempre han mirado para otro lado cuando de vender armas se trata.
Rusia es tal vez el más descarado de todos.
A China el medio oriente le importa un sieso.
Llegamos así a la primavera árabe. Entre loas e incredulidad vimos caer a los regímenes de Túnez y de Egipto en la primavera de 2011. Siguieron Libia y Siria en donde las cosas no sucedieron tan rápido.
Hoy Egipto volvió al control de los militares que se supone habían caído con Mubarak. Libia es el caos total y finalmente llegamos a Siria.
Allí tras la protestas de la primavera de 2011, comenzó una violenta guerra civil en la que Bashar al Assad ha mostrado cuan inhumano puede llegar a ser un tirano.
Y se desataron las miopías.
Desde un comienzo de la guerra civil se sabía que la insurrección siria se podía salir de madres, que el movimiento rebelde podía ser infiltrado y “recuperado” por extremistas y yijhadistas; nadie hizo nada de nada.
O más bien sí. Los árabes sunnitas apoyaron a la insurrección. Los franceses, los alemanes y los rusos siguieron vendiendo armas. Esos últimos y los chinos se opusieron a cuanta resolución del Consejo de Seguridad. El parlamento británico se opuso a una acción militar en Siria que hubiera podido ser el punto de partida para neutralizar las tendencias extremistas que se tomaron la revuelta siria y que dieron nacimiento al autoproclamado EI.
Y entre el otoño de 2013 y junio de 2014 apareció el autoproclamado Estado Islámico, con todo su poderío, su organización, sus sólidas finanzas y su desalmada visión.
Más miopía, los franceses y los italianos pagan cuantioso rescates para liberar a sus ciudadanos secuestrados y miran para otro lado, se hacen los pendejos y firman declaraciones de la Unión Europea.
Gran Bretaña y Estados Unidos no negocian por principio y porque son menos miopes. Y ponen los muertos en horrendas decapitaciones televisadas.
Espantados los Estado Unidos proponen una acción determinante para frenar el avance y para borrar al EI de la faz de la tierra.
Comienzan las operaciones aéreas en medio de más miopía. Creen los Estados Unidos que sin enviar tropas a luchar en el territorio contra el EI van a poder derrotarlos contando con unos aliados de mentiras.
Y llegamos al momento en que la miopía se vuelve ceguera. Según la BBC a la ciudad de Kobane, en la frontera entre Siria y Turquía se la tomaron inexorablemente los militantes del horror propinando así su primera derrota a la “gran coalición”.
Se suponía que a Kobane lo iban a defender los miembros de la coalición de 43 países forjada por Obama. El parlamento turco autorizó las acciones militares correspondientes que se apoyarían en las operaciones aéreas de la coalición. Pero ¡oh problema! defender a Kobane es apoyar a Kurdos y los turcos no quieren que los Kurdos se fortalezcan así que miran desde la distancia el avance del horror y del temor. Los turcos se niegan a intervenir porque la coalición no ha querido crear un espacio aéreo protegido “no fly zone”.
Cayó Kobane con los tanques turcos estacionados en la frontera apuntando para el otro lado.
¿Amanecerá y veremos?
No creo.
La ceguera reemplazó la miopía.
