Juan-Manuel-26-300x270Muchos años después frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.

Así comienza la novela de Gabo.

Macondo, Aracataca, quedan al lado de un río.

Según mi amiga Wikipedia:  Dentro del Municipio se encuentra el río Aracataca, que está formado por el río Mamancanaca que a su vez recibe las aguas del Duraimena; el río Piedras que nace en la Sierra Nevada y desemboca en el río Fundación; y otros ríos de menor importancia. El casco urbano está regado por el río Aracataca y los canales de riego Antioquia y Tolima que atraviesan el poblado, además recibe aguas del río Fundación, el río Tucurinca y otros ríos menores como el Maranchucua y el Duboncina. Los corregimientos de Buenos Aires y Sampues están regados por el canal de riego Corralito.

O sea si hay algo que hay en Aracataca es agua.

Pero no, no hay agua.  Aracataca no tenía acueducto.

Desde hace una semana los medios estaban promocionando la inauguración del acueducto de Aracataca por el Presidente Santos. Se decía que se cumplía así uno de los deseos de Gabo.

No sé qué tanto Gabo haya promovido el acueducto de Aracata pero seguramente alguna vez dijo, que vaina que Aracata ni siquiera tenga acueducto cuando está en medio de la ciénaga.

La última encuesta que he conocido le daba al presidente Santos una mejor imagen en la Costa. Preparando la reelección se ha ido, entonces, a la costa a amarrar los votos.

El  fin de semana estuvo reunido en Cartagena con los alcaldes de muchos municipios costeños.

Esta semana emprendía la “Maratón del Agua” por la costa.  Arrancaba en Macondo/Aracataca inaugurando acueductos.

El alcalde de Aracataca, como los alcaldes de todos los municipios del recorrido, recibió la avanzada de seguridad. Un grupo de funcionarios de la Casa Militar de la Presidencia de la República y de la Secretaría Privada se reunió con el comandante del puesto de policía, el de ejército o de la infantería de marina, el alcalde y sus secretarios y uno que otro lagarto notable del pueblo para definir la agenda.

Se escogió el sitio a donde llegaría el Presidente, el baño que usaría si tuviera que hacer del cuerpo y finalmente la llave que el presidente abriría, de la que brotarían las  “aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos” entubadas y distribuidas a todas las casas de Aracataca por los contratistas que cobraron tres mil quinientos millones de pesos por “poner el agua”.

Los rectores de los colegios instruyeron a niños y niñas sobre los lugares que habrían de ocupar vestidos con sus mejores galas en la ceremonia de inauguración.  Se ensayó el himno nacional.

Se prepararon viandas y regalos para la comitiva y camisetas recordatorias que seguirían vistiendo a los cataqueños por lo menos hasta la campaña cuando les dieran las camisetas de poncho Mattos o de Uribe Centro Democrático.

La de poncho con una limusina Hyunday o una foto del yate de su hermano Carlos, la de Uribe Centro Democrático con una foto de …Uribe,  aunque la palomita caucana (Paloma Valencia) es más bonita su foto no la reconocen ni en su casa.

Afortunadamente en la lista de chequeo que le dejaron al alcalde, después de “revisar la habitación  de descanso y el baño para el Señor Presidente”, había una frasesita que decía “hacer una vez más las pruebas de funcionamiento del acueducto”.

Hay otra avanzada que llega el día antes y echa a andar un protocolo muy concreto, para que todo salga bien, coloca las tarjetas con que se asignan los lugares que habrán de ocupar los ministros y funcionarios que acompañan al Presidente, los notables del pueblo, es decir el obispo, los secretarios del despacho, el presidente de los rotarios, los leones demás cofradías etc etc etc.

La víspera de la inauguración, mientras esa avanzada conducía sus tareas previas, el alcalde acabó de leer por enésima vez su discurso en el que agradecía a Gabo y al Presidente por la bendición de higiene y salud que habría de traer el preciado líquido a los cataqueros y las cataqueras, llamó al secretario de planeación y se fueron a hacer las pruebas del acueducto.  Abrieron la llave y… nada.

La cerraron, hicieron, cada uno, decenas de llamadas a contratistas e interventores.

Volvieron a abrir la llave y…nada.

“Erda esta vaina no funciona y ahora que hacemos con el presidente”, dijo el alcalde.

No les quedó más remedio que llamar a la carrera a los de la avanzada para que ellos avisaran a Presidencia, que el acueducto que iba a inaugurar el Presidente y que era la línea de salida de la maratón había quedado muy bonito pero no tenía agua.

El discurso del alcalde se quedó en el papel.

Los niños se quedaron vestidos y alborotados, los adultos también.

Es posible que ayer haya nacido un bebé que se llamará Aureliano y cuya historia de vida comenzará con algo así como “Aureliano nació el día que el Presidente iba a inaugurar el acueducto que no tenía agua”.

Carajo conseguir votos así debe ser muy jodido.

Ahora resulta que la culpa es de Santos que quería inaugurar un acueducto que no tenía agua.

Yo de él mejor no seguía tratando de conseguir votos y me dedicaba a gobernar, pero allá él, seguro que en alguna parte si podrá inaugurar un acueducto con agua y todo.

Seguramente en un par de semanas abren la llave y sale el agua en Aracataca

Pero el hecho es que el Presidente iba a inaugurar un acueducto que no tenía agua.