PANIC CORONAEl 26 de febrero, tan sólo hace 17 días, escribía yo una columna titulada ¿Tiempo de Pánico? Y sostenía que no.

La muy impresionante progresión del brote del Covid-19 convertido ahora en Pandemia demostró que yo estaba equivocado.  Si el 26 de febrero hubiese habido una reacción de pánico, como la que estamos viendo por estos días, es posible que se hubiera retrasado el progreso de la enfermedad.

Los números.  El 26 de febrero había 80,890 casos reportados, hoy son 148,654.  Espanta. Salvo el 14 de febrero cuando en China cambiaron la forma de registrar los nuevos casos, y reportaron un “salto” de 14,123 casos, el 13 de marzo es el día en que más casos nuevos se han reportado con 10,907.  

Pero hay otros números.  El 26 de febrero, la mayoría de los casos eran activos, hoy son 69,401, el 46.68%.  Se han recuperado totalmente 73,706 personas, el 49.58%.  Han fallecido 5,547 personas, el 3.73%.  

Reflexiones de Juan Manuel UrrutiaEl comportamiento de la enfermedad sigue siendo muy parecido en todos los países salvo en Italia en donde la morbilidad y la mortalidad son significativamente más altas que en otros países.  Allí el 84.68% de los casos siguen activos y la mortalidad es del 7.16%.  En el otro extremo está China en donde el 81.12% de los contagiados se han recuperado totalmente y en donde la mortalidad es de 3.94%.

Resumiendo, es una enfermedad agresiva en el contagio, de leve a moderada en sus efectos, la mayoría de los contagiados presentan síntomas leves o lo que hay que tener muy en cuenta, son asintomáticos.  La enfermedad es mortífera, muy mortífera para aquellas personas a quienes afecta de manera seria o crítica, con una mortalidad del 97.6% entre los casos reportados como severos o críticos.  La mortalidad es muy alta en los grupos de mayor edad, 14.1% en mayores de 80 años, 8% en personas entre 70 y 79 años y 3.6% en personas entre 60 y 69 años.  La mortalidad disminuye drásticamente para los demás grupos etarios.  Ha matado a más hombres que mujeres, casi el doble.  

No pinta tan horrible, ¿o si?

¡Si!  

Se sabe con bastante precisión que la forma de contagio es por cercanía o contacto físico entre las personas o por contacto entre las personas y superficies que han sido tocadas y contaminadas por otras personas.  La forma más sencilla de prevenir, y puede que la más efectiva es la higiene personal y social.  Pero con las pandemias la prevención no es suficiente, es necesaria la contención.  Y la contención requiere medidas extremas, apretar el botón de pánico y actuar.  Aislar a la gente, no solo a los enfermos ya que más de la mitad de los portadores son asintomáticos.  Prohibir las aglomeraciones, cancelar eventos, viajes, cerrar restaurantes, bares, museos, monumentos, iglesias.  Encerrar a la gente.  

Las consecuencias económicas de tales medidas ya las vimos, el despelote.  Las sociales están por verse.

Yo tengo 69 años, me sobra peso, harto, soy hipertenso, y exfumador.  Estoy jodido porque no resisto el encierro.  Me vine para la finca y voy a ir a Bogotá lo menos posible, además porque desde que mi hija es la secretaria de ambiente el aire está irrespirable.

Queda la opción que presenta el modelo adoptado por el Reino Unido, aplicando la idea del herd immunity” (la inmunidad de la manada)

https://www.mirror.co.uk/news/uk-news/coronavirus-uk-taking-big-risk-21691835