El caso de Eduardo Pulgar, el senador del partido de la U, el de Roy, el de Benedetti, el que preside Aurelio Iragorri, es mucho más que lo que denunció Daniel Coronell en su columna del domingo próximo pasado.  Aunque para los colombianos, para los medios, para la Corte Suprema y para su partido, la columna de Coronell resultó sorpresiva, la verdad es que el senador Pulgar es un perfecto ejemplo de lo más sucio y de lo más hipócrita del quehacer político colombiano.  

Coronell se quedó corto, pese a los elogios de los otros dos danieles y del nuevo mejor amigo de Vicky Dávila, Héctor Abad, la columna de Daniel es bastante ligera.

Juan Manuel UrrutiaEn el año 2000, Eduardo Pulgar participó en una fraudulenta operación cuando era concejal de Barranquilla, que no le costó al erario sino la módica suma de 5,200 millones de pesos de ese entonces.  En 2007, al comprobársele estos cargos la procuraduría le decretó la “muerte política” inhabilitándolo por 18 años.  

(…)en el año 2000, cuando Pulgar era concejal de Barranquilla, participó en un millonario fraude a las arcas de la ciudad que le valió unos 5.200 millones de pesos. A través de una acción de tutela, Eduardo Pulgar exigió el cobro de las prestaciones sociales, y sueldos de más de un centenar de personas que supuestamente laboraron en el Concejo y la Personería de Barranquilla. Sin embargo, esos cobros se dieron con base en nombramientos, insubsistencias y actas de posesión falsas. (Las Dos Orillas, 9/20/2018) 

En 2003, antes de unas elecciones regionales, encontraron en la oficina del concejal Pulgar 112 cédulas y casi dos millones de pesos en billetes de 20,000 pesos, de los mismos que el senador Petro recibía a costalados.

Como acontece con todos los pillos de la política, ver el caso del gordo García y Piedad Zuccardi, la esposa de Pulgar, Karime Motta, candidata por el partido de la U heredó los votos de su marido y fue elegida senadora en 2010.  Ahí empieza a oler a lo que hay en las cloacas.  Votos comprados.

En 2014 Pulgar estaba políticamente muerto. Pero llegó el procurador Ordoñez, con la biblia en la mano derecha y la cruz de los templarios en la mano izquierda a limpiar a Colombia, a perseguir a las comunidades LGTBI y a los defensores del derecho a decidir. El hombre santo. Resulta que en su santidad Ordoñez, resolvió en enero de 2914que él podía cometer milagros.  Resucitó a Pulgar, y le dijo,

– “Eduardo levántate y anda”

– “Ve y dile a Karime que gracias por su voto que fue clave para mi reelección”.

Eduardo, muy agradecido, se divorció de Karime y en 2014 logró su elección al Senado de la República por el partido de la U, desde donde durante 4 años se relamió de la mermelada que por los lados de ese partido caía desde el gobierno central.

Ya siendo senador gracias a Ordoñez, en 2017, con el descaro que produce saber que si a uno lo matan tiene quien lo resucite, Pulgar cometió el intento de cohecho que denuncia Coronell.  El mismo que el juez Rodríguez, a quien le ofrecieron la platica, había denunciado en 2017, cuando el fiscal era bastante amigo del partido de la U y estaba ocupado tapando los escándalos de Odebrecht. 

Hoy nos sorprende que semejante personaje haya sido elegido además primer vicepresidente del Senado en Julio de 2018 y que rápidamente se haya convertido en uno de los voceros “uribistas” del partido de la U. En ese momento, el partido declaraba su independencia ante el gobierno del tándem Uribe-Duque al que reconocidos voceros de la U como Roy y Armandito le han declarado una agresiva oposición.  

¡Eduardo puede ser un pillo consumado pero agradecido si es!

Con su volteada, le pagó su resurrección al embajador del tándem Uribe-Duque ante la OEA, el santísimo y pulcrísimo Alejandro Ordoñez defensor de la fe, de la moral y de la ética. 

¡Ay hombe güepa jé!

Pulgar, primero por medio de su entonces esposa y hoy ex, y luego de su resurrección, en carne propia, ha militado desde 2010, por lo menos, en el partido de la U.  En 201 le dieron el aval a su esposa, en 2014 y en 2018 a él.  El partido que primero fue de Uribe, luego de Santos y ahora de quién sabe quién, nunca se enteró de lo que pasó en 2000, ni en 2003.

De todo esto me quedan cuatro preguntitas:

¿Cuánto se va a demorar el partido de la U en expulsar a Pulgar?

¿Será que sí lo expulsan?

¿Cuándo va a renunciar el embajador del tándem Uribe-Duque ante la OEA?

¿Cómo pretenden esos carroñeros que asaltan la buena fe de los colombianos que sigamos creyendo en esa cochinada que llaman la clase política?