TapabocasLas discusiones suben de tono.  Cada quien está convencido que tiene la verdad revelada y la verdad, de verdad, no ha sido revelada. 

¿Tienen razón los gobernantes de los países que autoritariamente han decretado el confinamiento forzoso, o la tienen aquellos como Manuel López Obrador, que sin querer queriendo, han resuelto dejar que la epidemia siga su curso en su país?

En la ciudad de México siguen vendiendo esos deliciosos tacos en la calle.  Uy que rico un taquito de canasta de papa con chorizo y rajas.

Juan Manuel UrrutiaBoris Johnson arrancó con la estrategia de la manada inmune y acabaron él, su ministro de salud y el príncipe de Gales con Coronavirus.  Y ahora el Reino Unido se encamina a la cuarentena.

De Estados Unidos no comento porque yo de lo que no entiendo prefiero no hablar.  Las cifras son ¿espeluznantes?

Domingo, completamos una semana o algo más algunos, o algo menos otros de aislamiento, preventivo, forzoso, que es el nombrecito que le pusieron a la cuarentena obligatoria decretada por las autoridades.

Tengo la fortuna de haberme graduado, hace cincuenta años, con una promoción de bacanes, en el Liceo Frances Louis Pasteur de Bogotá.  Tengo la fortuna de mantener una entrañable y cerrada amistad con muchos de mis compañeros con quienes compartimos un chat en el que hemos tenido álgidas discusiones sobre el sexo de los ángeles, el proceso de paz en Colombia, el himno de las feministas chilenas (El Estado opresor es un macho violador) y sobre otros temas todos considerados apasionantes.  Los que podemos desayunamos juntos de cuando en vez y esas discusiones se hacen presenciales.  En fin, nos gusta debatir.  

Se imaginarán los lectores lo que ha sido esta vaina con el coronavirus.  El tema central de debate ha sido la utilidad de la tan mentada cuarentena.

Íbamos a celebrar los cincuenta años de graduados con una Grande Bouffe en París el 22 de junio.  Esa vaina se enredó.  Creo que nuestros profesores estarían orgullosos de vernos seguir compartiendo y buscando el conocimiento cincuenta años después de los tiempos de las disertaciones.

Gracias a mis compinches del grupo he logrado juntar cinco links que comparto con Ustedes y que resumen en cierto modo lo que he aprendido.  Hoy les doy gracias, a Hacho, a Machicho, a Enrique, a Kike, a Ramiro, a Rafa, a Micas y a Jorge por sus contribuciones y enseñanzas.  

Repito nadie tiene la verdad revelada, esto es lo que hemos compartido:

Cuarentena

La estrategia de la cuarentena ha mostrado tener efectos negativos terribles en materia social y económica y en cambio sus efectos en la contención de la pandemia están por demostrarse.  

En cada país y ese pico generará muy seguramente una sobredemanda en los servicios de salud y posiblemente algunos de esos colapsarán.  En la velocidad y aceleración con que llegue ese pico está el misterio y es ahí en donde se esperan los beneficios de la cuarentena.  

Es hora de que los gobiernos dejen de dibujar castillos en el aire llenos de pajaritos preñados y no prometan lo que no va a suceder.  La cuarentena no va a salvar vidas, va a permitir que los sistemas de salud estén mejor preparados cuando llegue la hora de la hora.  Eso es lo que significa la contención.  ¡Contener no detener!

Tal vez el argumento más sólido en contra de la cuarentena es este.

Un aumento exponencial de la capacidad de hacer pruebas a grandes cohortes de población tendrá un efecto significativo en la contención y sobre todo en el conocimiento del comportamiento epidemiológico del pinche virus.  

Hay, como siempre, otra mirada

 Las Pruebas

Se ha reportado en las últimas horas que a la prueba molecular que es en este momento la más utilizada, de gran precisión, pero de difícil aplicación; se ha sumado una prueba rápida, de más sencilla aplicación, que serviría para hacer tamizajes a grandes grupos de población, como toda prueba rápida no es 100% infalible.

En una población del Estado de Colorado en los Estados Unidos se ha llevado a cabo un “experimento” usando pruebas que miden los anticuerpos, similares a la prueba de ELISA que se utilizó para detectar el VIH. 

La Cura

Por el lado de la cura está el ensayo que ha realizado el Dr. Roul, en Marsella, con la terapia hospitalaria que combina la Hidroxicloroquina con un antibiótico pulmonar, la Azitromicina y que ha producido resultados muy esperanzadores y que me reporta mi sobrino que se está ensayando en varios hospitales en Estados Unidos

De vacuna pocón, faltan meses para que haya una vacuna y cuando la haya, habrá que ver cómo nos as arreglamos para montar campañas masivas con unas economías postradas por cuarentenas, crisis hospitalarias y demás efectos del pinche virus.

Yo vivo a día a día.  Cada mañana me despierto con toda clase de síntomas de corona virus.  Salgo a caminar y me doy cuenta de que son los mismos jijuemichicas dolores de huesos y carrasperas y estornudos con que me he venido despertando cada mañana desde hace años.  Eso no es corona virus, es vejez.  

Entre las ocho y las once de la mañana paso el momento más enriquecedor de mi jornada.  Mi hija y su marido tienen la suerte de conservar sus empleos y trabajan en casa por lo que me pidieron que si ayudaba con las clases en casa de mis nietos Julia y Joaquín. ¡LA FELICIDAD!.  Ya no ayudo, les doy la clase a los dos y no dejo que papá y mamá se metan, son míos, sólo míos, por tres horas al día.  No sé si aprendan mucho, pero la pasamos bombas.  

Como sano, pero mucho.  Bebo más bien poco, no por disciplina sino porque en tiempos de cuarentena hay que racionar.  Leo, escribo y reviso escritos viejos.   Converso con Mónica y si ella está ocupada, con los perros.  Camino dos o tres veces al día, tratando de completar los pinches diez mil pasos que recomiendan.  Dos veces por semana, me pongo los guantes y el tapaboca y me voy a hacer la compra.