Le Monde nos cuenta cómo en Finlandia el compromiso ecológico ha llevado al servicio postal a explorar un nuevo sistema de distribución que persigue reducir la huella de carbono.

“Se abrirán las cartas, las que serán escaneadas y luego enviadas en formato PDF por correo electrónico”.

Hasta el momento, dice el diario parisino, está en una etapa inicial con una veintena de voluntarios. Cada vez que les llegue una carta, se les enviará un mensaje text anuncíandoles que lo han recibido. Luego, “los empleados, bajo estricta y completa confidencialidad, se ocuparán de ‘electronizar’ el contenido. Sin derecho a la lectura.”

Eso último sería lo más difícil para este bloguero.

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