Muy segurante debe tener algún significado anti poético.
Ha muerto el “árbol de la amistad” que el año pasado sembraron en ceremonia Donald Trump y Emmanuel Macron, con la elegante presencia de sus respectivas esposas, ante la mofa de las redes sociales.
El primer mandatario francés trajo el roble a EUA en su visita oficial 2018. Eran días en que ambos se daban apretones de manos, abrazos, sonreían cual mejores amigos.
Pero así como no floreció la amistad — ya que surgieron diferencias sobre tarifas y el cambio climático — tampoco retoñó el roble, cuya breve vida fue trágica. Lo plantan ante las cámaras. Cuando se van las cámaras, lo retiran de la tierra y ponen en cuarentina.
Y ahí lo olvidan.
Lo que permanece es el mensaje de Macron. “Este roble (my regalo a @realDonaldTrump) será recordatorio den la Casa Blanca de los lazos que nos unen”.