Escarbando por ahí, encontramos esta fascinante entrada en el blog Forelatos sobre las incordiales relaciones del escritor español Camilo José de Cela con las instituciones literarias oficiales de España, particularmente en Asturias.

De don Camilo, dice Forelatos, “No puede evitarse pensar que el vehículo en el que paseó la vida de don Camilo era de los que van atropellando cuanto encuentran a su paso; y digo esto porque todos sabemos que llegó a ser tan buen escritor como mal hablado, en el sentido de cultivar los exabruptos y las respuestas inesperadas y escandalosas”.

Forelatos presenta algunas de las instituciones que salaron a don Camilo en vida, para luego ensalsarlo al morir, llevándose al más allá, entre otros reconocimientos, nada menos que el humilde Premio Nobel de literatura 1989.

Luego, Forelatos publica la escena final de la versión de cine de La Colmena (director Mario Camus), rica, compleja y altamente divertida novela de don Camilo, que se ubica en el Café de las Delicias, Madrid 1942, sitio donde se congrega un extraño panteón de antihéroes.

En palabras del autor, “La Colmena no es otra cosa que un pálido reflejo, que una humilde sombra cotidiana, áspera, entrañable y dolorosa realidad. Un trozo de vida narrado sin reticencias, sin extrañas tragedias, sin caridad, como la vida discurre, exactamente como la vida discurre. Queramos o no queramos la vida es lo que vive, en nosotros o fuera de nosotros; nosotros no somos más que su vehículo, su excipiente como dicen los boticarios”.

Aquí la escena final.

Enlace a Forelatos

Ilustración Wikipedia

 

 

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