Las denuncias del presidente Barack Obama y la cúpula directiva del partido demócrata contra la influencia de sumas millonarias secretas en la campaña republicana a través de los super PACs ha creado cierta preocupación dentro de los mismos demócratas que están dedicando importantes recursos para recaudar sumas similares, escriben Kenneth P. Vogel y Alexander Burns en POLITICO.
Dice POLITICO que en el primer anuncio de la campaña por su reelección, Obama acusa a “petroleros multimillonarios anómimos” de atacarlo.
Igualmente, agrega, la antigua presidenta de la cámara de representantes, Nancy Pelosi, emitió un llamado por un nuevo sistema político “libre de la influencia de los intereses especiales”.
También, el Comité Democrático Nacional, tiene en internet un anuncio donde acusa a Mitt Romney de mentir sobre el Super PAC que ha gastado millones apoyándolo.
(Los llamados super PACs son grupos que apoyan a un candidato mediante publicidad masiva, pero, al funcionar técnicamente independientemente del mismo, no tienen ningún tipo de restricciones en cuánto a financiamiento).
Pero en la temporada electoral más cara de la historia del país, dice POLITICO, los demócratas están en las mismas.
Señala POLITICO que el equipo Obama ha dado su bendición a una red de super PACs que intentará recaudar sumas similares a la d los republicanos.
Ello presenta una situación contradictoria, dice.
“De hecho, es tal la determinación de dirigentes demócratas sobre la necesidad de recaudar, a veces en secreto, sumas sin límite, que algunos funcionarios no apoyan los recientes ataques, quejándose de que es mucho más difícil conseguir que los liberales ricos aflojen sus megacheques cuando los políticos que se beneficiarían están denunciando a los republicanos por aceptar contribuciones del mismo tipo”.
Cuando se habla de recaudar US$1 mil millones en realidad no se debería estar criticando el dinero en el proceso político, dijo a POLITICO un dirigente demócrata.