Ginger Thompson del New York Times publica (en español y en inglés) una extensa nota sobre Luis Octavio López Vega, ciudadano mexicano que durante la década del 90 jugó un papel protagónico en ayudar a la Drug Enforcement Agency en desenmascarar una de los mayores operaciones de tráfico de drogas.
Luis Octavio López Vega, dice el Times, llegó en un momento a desempeñarse como un asesor de confianza del poderoso general Jesús Gutiérrez Rebollo, zar antidrogas de México,
López Vega, agrega el Times, al mismo tiempo, era informante de la DEA.
Entre otras capturas, la labor de López Vega ayudó en la captura en 1995 de Héctor Luis Palma “El Guero” Salazar, capo del cartel de Sinaloa, dice el Times.
Se le consideró una “mina de oro” de información, que llegó hasta las salas del congreso de EUA, señala.
El general Gutiérrez Rebollo cayó detenido en 1997. Buscado por las autordidades de México, con la ayuda de la DEA, López Vega se escondió en EUA.
La DEA nunca comunicó al gobierno mexicano que conocía el paradero de López Vega para mantener la cooperación entre ambas naciones, dice el Times.
Pero la relación con la DEA llegó a su fin y desde hace años
“[…] ha vivido, sin hacerse notar, en la zona oeste de Estados Unidos durante más de una década, camuflado entre las olas de inmigrantes que entraron por la frontera en esa época. Como muchos de sus compatriotas, se ha dedicado a los mismos trabajos mal pagados que consiguen las personas que no tienen permiso de residencia. Sin embargo, y a pesar de que el Sr. López logra confundirse entre los indocumentados gracias a sus manos callosas y su ropa de segunda mano, su problema va más allá de no tener una green card”.
López Vega, apunta el Times, teme regresar a su patria donde cree que sería asesinado.
Se encuentra en un limbo en el cual sin evidencia que lo condene o lo exonere, ha vivido como un profugo, lo cual ha cobrado un enorme saldo para su familia.
“Todos ellos presentan síntomas de trauma emocional, viviendo entre destellos de rabia, largos períodos de depresión, episodios de beber en exceso y paranoia persistente”.
El caso de Luis Octavio López Vega, sostiene el New York Times, refleja la dinámica de las relaciones entre dos vecinos — EUA y México — en la lucha contra el narcotráfico, situación donde “ninguno de los dos cree que el otro pueda ser confiado a plenitud”.
Artículo completo en español en el New York Times