$$$$ es, para una campaña política en EUA, un elemento sin el cual no es posible una victoria y tan solo hace unos meses la campaña por la reelección de Trump se perfilaba como una máquina imparable con alrededor de mil millones en sus cofres.
Hoy el principal artículo del New York Times publica un extenso y bien documentado artículo, titulado “Cómo la campaña del mil millones de dólares de Trump perdió su ventaja económica”, firmado por Shane Goldmacher y Maggie Haberman.
Encontraron algunos gastos “poco usuales” dentro de la campaña.
- “Anuncios del Super Bowl que cuestan US$11 millones”.
- “US$156,000 para aviones para colocar pancartas aéreas en los últimos meses”.
- “Casi US$110,000 para Yondr, una compañía que fabrica bolsas magnéticas utilizadas para almacenar teléfonos celulares durante las recaudaciones de fondos para que los donantes no puedan grabar en secreto a Trump y filtrar sus comentarios”.
- “Más de US$1 millón en anuncios emitidos en el mercado de medios de Washinto, D.C.”, que el Times caracteriza como un “gasto para agradar a Trump”.
- “Alrededor de $ 4 millones en los negocios de la familia Trump desde 2019”.
- “Hershey Company, el fabricante de chocolate (US$337.000), que cubre los costos de artículos como los M & M con la marca de la Casa Blanca regalados por las administraciones de ambas partes”.
- El ex director de campaña Brad Parscale “tenía un coche y un conductor, un gasto inusual para un director de campaña”.
Muchos de los detalles de los gastos de Trump son opacos; desde 2017, la campaña y el R.N.C. (Comité Nacional Republicano) han canalizado US$227 millones a través de una sola compañía de responsabilidad limitada vinculada a funcionarios de la campaña de Trump. Esa firma, American Made Media Consultants, pauta anuncios televisivos y digitales y fue objeto de una reciente denuncia de la Comisión Federal de Elecciones que argumentó que se utilizó para disfrazar el destino de los gastos, que ha incluido salarios de Lara Trump y Kimberly Guilfoyle con quienes los dos hijos adultos de Trump tienen relaciones afectivas.
Sobre el impacto, señala el Times que, “La campaña de Trump recortó drásticamente su gasto en anuncios de televisión durante el mes de agosto, abandonando principalmente el aire durante las convenciones del partido. En las últimas dos semanas del mes, la campaña de Biden gastó US$35.9 millones de dólares en televisión, en comparación con los US$4.8 millones de Trump, según Advertising Analytics”.
Comenta Ed Rollins, veterano estratega de varias campañas republicanas. “Si gastas US$800 millones y estás 10 puntos por detrás, creo que tienes que responder la pregunta ‘¿Cuál fue el plan que se jugaron”? Acusó a Parscale de gastar “como un marinero borracho”.
El presidente ha dicho en días recientes que él va a usar su propio dinero si es necesario. Pero muchos consideran que es una manera de obligar a sus donantes a aflojar más billete.