No se puede dice Hillary. Aunque que se haya adjudicado la continuidad con Barack Obama, Hillary Clinton de hecho envía un mensaje de impotencia, incapacidad de cambio y resignación ante el statu quo.
Con un tono severo que recuerda al “Nazi de la sopa”, el personaje de la emblemática serie Seinfeld, Hillary dice a millones de jóvenes inspirados por Bernie Sanders, ‘No hay sopa para ti”.
Parecería que es éste el reposicionamiento que han elegido los encargados de Hillary Clinton, después de la debacle en la primaria de New Hampshire. En su debate anoche en Wisconsin, la candidata repitió con elocuencia y en forma abundante este mensaje.
Sanders, y las decenas de miles de jóvenes que se han movilizado en su apoyo, no deberían exigir que se ponga un fin al control de la política por los grandes capitales. Así son las cosas y no se puede hacer nada al respecto, dice Hillary. “No hay sopa para tí”.
(Como premio de consolación, la candidata que a cuestas lleva la carga de falta de la desconfianza por el público dice al electorado, creánme que es posible que un político acepte millones y mantenga su independencia)
La educación gratis puede sonar bien. Incluso si las otras naciones más ricas la ofrecen, EUA es diferente, dice. Así que paren ahí mismo. El mensaje a los jóvenes, “No hay sopa para tí”. Las propuestas de Sanders de que un impuesto sobre la codicia de Wall Street pague por la educación son sencillamente utópicas.
Tampoco habrá sopa para los trabajadores que exigen US$15 la hora como salario mínimo. Poco importa que la gente trabajadora no pueda vivir (y bastante mal) con menos de ello. Ni que tengan que usar la asistencia pública. Ni que la lepra de los salarios sub-mínimos siembre devastación en las comunidades afroamericana y latina. No se puede. “No hay sopa para tí”.
Para los centroamericanos que huyen la destrucción de la guerra de las drogas, y en superan un mar de peligros para llegar al El Norte, el mensaje de ella es, “seguiremos deportando a sus niños, así que quédense allí”. “No hay sopa para Uds.”.
Tampoco se permite pedir que se ponga fin al estado de guerras perpetuas alrededor del mundo, particularmente en el Medio Oriente. Así son las cosas — sean o no resultado de los garrafales y criminales errores estratégicos como las invasiones de Irak y Libia.
Y para coronar, no pueden cuestionar las políticas del presidente Obama. Aquellas personas que lo hagan pertenecen al campo republicano con Donald Trump.
La campaña de Obama en 2008 llegó al poder mediante la marea de un movimiento de jóvenes, minorías, progresistas unidos bajo la consigna, “¡Si se puede!”. Fue masivivo, inspiracional de dimensiones poco vistas en décadas.
Todo ello es el pasado, sostiene Hillary Clinton, la candidata que dice representar la continuidad con Barack Obama.
Son épocas diferentes.
La nueva realidad para los vulnerables y aquellos que deja rezagados un sistema cada día más brutal es, “No hay sopa para tí”.
imagen cortesía Donkey Hotie via flickr
