Hemos solicitado a los y las lectoras de El Molino Online que compartan un Playlist propio, que consista 15 a 20 canciones que han marcado sus vidas. Es algo muy personal, entendemos, ya que esta jornada por los laberintos de la memoria puede abrir espacios que algunas veces es mejor dejar quietos. A la vez, es difícil. Porque aquí menos es más — es decir no buscamos 100, ni 50, ni 25. Un máximo de 20. Este proyecto permanecerá abierto. Si quieres contribuir, escribe a: carlos@elmolinoonline.com

 

Juan Manuel Urrutia
Iván Mariano Acosta
Carlos Fernando Torres Patricia Aponte
María Teresa Viecco
Nelson Ortega Harold Alvarado Tenorio
María Ximena Patiño Ocampo
Robert Mazze

 

Juan Manuel Urrutia — Mi gran amigo y compañero de aventuras bloguísticas, Carlos Torres, por quien he desarrollado un especial cariño y sobre todo mucho respeto, porque el tipo no conoce la censura, prueba de ello es que desde hace cuatro o cinco años ha publicado sin remilgos cuanta barrabasada se me ocurre, me invitó a hacer una lista de las canciones que más me han gustado. Diez o doce me dijo.  

Resolví ponerle bolas y me despaché con esta lista, algunas de cuyas canciones van con su respectiva pendejada.

Juan Manuel Urrutia Años 60Años 1960-1965, pelo largo con copete que uno cuadraba soplando.  A las novias se les declaraba uno con un dialogo que se parece a esto. La escena sucede en el cine del club, a oscuras mientras pasan “El hombre lobo”

Hola le quiero decir una cosa” (uno todo colorado). Ella a quien la amiga le había dicho que uno le iba a echar el cuento, se hacía la pendeja y contestaba “¿Sí?”. Sin mediar palabra y conteniendo la respiración uno escupía, casi gritando, un: “¿quiere ser mi novia?” Y ella que ya sabía perfectamente que iba a decir, se hacía la difícil y contestaba  -“lo voy a pensar”. Pasaban dos o tres escenas, que a uno le parecían tres horas y, seca, “si”.

Hay madres. Con el impulso uno estiraba la mano y le agarraba la mano a ella, corrientazo por la espalda y así se quedaba agarrado de la mano de la pobre niña. Las manos sudaban, los dedos se dormían, pero uno no soltaba presa.

La otra escena sucede en el hall de la casa donde crecí, en donde se hubiera podido hacer un baile de mucha gente.  Mis padres estaban de viaje.  Mi abuela doña Helena Holguín que era la mejor cómplice de todas mis andanzas, me ayudó a organizar una “fiesta bailable”, tendríamos trece o catorce años.  Un compañero de mi clase del colegio me enseñó a bailar.  Invité a un grupo de niñas del colegio y a unos amigos.  Llegaron como doce niños y dos, si dos niñas.  La mitad de mis amigos no tenían la menor intención de sacar a nadie a bailar.  Yo me lancé y le dije a Susy Brandwain que si quería bailar conmigo.  Mi amigo bailarín puso la Pollera Colorá, y yo me defendí como pude y bailé con ella.  En medio de la Pollera se repitió el dialogo arriba descrito.

La Pollera Colorá, primera canción bailada.
You’re Gonna Lose That Girl, de The Beatles que me recuerda ese tiempo, y me gusta más que I Wanna Hold Your Hand.

De esa fiesta me quedó un gusto enorme por el baile que me llevó a noches de rumba infinitas, en Juanchito, y en cuanto bailadero me encontré en la vida, pasando por la Jirafa Roja y por un burdel en Cartagena llamado la Gaitée que tenía una orquesta maravillosa y a donde iba con una niña hermana de un amigo mío a quien obviamente no le parecía nada chirriado el asunto.

Urrutia metiendo monteMás adelante entre 1965 y 1970 con el pelo más largo, novias más novias, más fiestas, una que otra chimenea de luz apagada y parejas regadas en apasionados encuentros, aparece el barillo.  Nos fuimos a ver Woodstock, la película, armamos un super especial que era un porro armado con la hoja de una biblia gregoriana de gran tamaño que tenía mi pobre papá sobre un atril, y nos lo aplicamos entre un Renault 4 con las ventanas cerradas.  La entrada al cine no fue fácil, casi ni sabíamos a qué íbamos. Compraba uno un paquete de besitos tamaño familiar, no había popcorn, y una chocolatina gigante.  Eso aplacaba un poquito la traba.  Nunca olvidaré tres canciones 

Con With a Little Help From My Friends de Joe Cocker con Hey Joe, de Jimmy Hendrix*, en vivo en, Woodstock cierro los ojos y siento la traba. *No encontramos la versión original. Mientras mis amigos soñaban con las conejitas de Playboy, mis sueños eróticos eran con Grace Slick, la cantante de Jefferson Airplane.  Me ponía arrozudo su voz en Volunteers.


Hey Jude
me trae un recuerdo muy especial de un romance de esos secretos. Y el baile, siempre el baile. Festival en Guararé, la canción es de Alfredo Gutierrez pero la mejor versión sin duda es la de los Corraleros del Majagual.

El Testamento de Rafael Escalona cantada por Bovea y sus Vallenatos, esta versión no tiene acordeón. De Dónde son los Cantantes en la versión del Trío Matamoros

El Preso, Fruko y sus Tesos. Las de siempre 

Stairway to heaven, de Led Zepelin siempre me ha erizado.

Dos Gardenias de Buena Vista Social Club, no sé porque, pero me fascina.

Todo Maestra Vida de Rubén Blades, especialmente Manuela.

Y en medio de la construcción de la lista un recuerdo muy especial de mi papá, que nos lo toleró todo, tranquilo, leyendo en su sillón, o dormido en medio de la lectura con Los Conciertos Brandeburgueses de Bach.

Desde 1975 hasta hoy seguramente he oído, bailado y gozado muchas canciones, pero cuando me siento a pensar, como dicen por ahí eso es lo que hay. Y cuando miro la lista de nuevo, es una extraña mezcolanza.

URRUTIA3 Juan Manuel Urrutia

Iván M. Acosta. Mi romance con la música empieza a muy pequeña edad.

Acompañando a mi mamá mientras esperábamos a mi papá en la alameda de Santiago de Cuba, en un traganíkeles tocaban un bolero por el chileno, Lucho Gatica, Contigo en la distancia,mi bolero favorito.

En mi batallón de paracaidistas, Div. 101st Screaming Eagles, no habíamos muchos latinos. Como yo siempre me he acompañado con discos, tenía uno que me gustaba tocarlo mucho, para mi deleite y para joder a los soldados blancos y negros gringos, que no entendían ni papa de español. Afro Blues, por Mongo Santamaría.

Estudiando en NYU, nos encontrabamos en el epicentro del mundo hippy, sicodelico, y alucinante. En el parque del Village, descubrí la canción, Blowing in the wind, de Bob Dylan, que junto a Jimmy Hendrix y José Feliciano, a veces cantaban entre humacera de marihuana, agujazos de heroina y pastillas de acid y LSD.

En la decada de los 60s, en Nueva York estaba de moda el Boogaloo, una mezcla de Son Montuno con Funk. Surgió un tipo muy extravagante, Eduardo Davidson, creador del ritmo, Pachanga, ahora se lanzaba con otro ritmo innovador, El Le Frisson. Pero mi preferido era el cantautor argentino, Leonardo Favio. Ella ya me olvidó.

Cuando yo llegué a Jamaica en agosto de 1961, la música que estaba de moda era, La Chunga, de Dámaso Pérez Prado, el Mambo. Concierto para Bongó, es mi Mambo preferido.

Hay un compositor yukateco, Armando Manzanero, no conozco ni uno de sus bellos boleros que no me haya gustado. Uno de mis preferidos es Mía.

Cuando en Cuba surge la Nueva Trova, sus canciones se convierten como en una pandemia musical. Entonces surgió la Nueva Canción Latina. Para mi el rey del panteón siempre ha sido, Joan Manuel Serrat, con su icónica, Penélope.

Estando destacado en la base de paracaidistas, Fort Campbell, Kentucky, tuve la oportunidad de escuchar y aprender mucho sobre la música Country. Así descubrí a decenas de cantantes y el estilo del Bluegrass Country Music. Mi favorita, On the road again, de Willy Nelson.

Desde jovencito en Santiago de Cuba, me involucré mucho en el boom del Rock and Roll. Entonces surgieron los rockanroleros latinos, pero el rey seguía siendo, el inigualable, Elvis Presley, Don’t be cruel.

Cuando la balada se pone de moda, la ola viene de Italia, Pero España y Latinoamerica, explotan con cientos de excelentes baladistas cantantes y compositores, como, José Luis Perales y su bella balada ¿Y cómo es el?

Sobre ese mundo mágico, misterioso y ecléctico llamado jazz. Mi favorita es, Yesterdays, por Clifford Brown, pero sería muy dificil seleccionar sólo una.

Y no podría olvidar el mundo de la maravillosa música clásica. Cierro los ojos y me viene a la mente, Adagio, de Tomaso Albinoni.

Hoy en día continuo invadiéndo mi medio ambiente con mucha música. Los ritmos cubanos, brasileños, colombianos, argentinos y venezolanos. Mucha rumba, mucho jazz y mucho latin jazz. Sobre todo, los de Alfredo Triff, Arturo O’Farrill, Bobby Sanabria, Omar Sosa, los de King Klavé, y un favorito, Wapango de Paquito D’Rivera.

Improvisando un rumbón. Vicente Sanchez, Candido, Chico Alvarez, David Oquendo, Bobby Sanabria, Amaury Acosta, y yo.

Carlos F. Torres. Porque llegué a EUA en mi adolescencia, en medio de la década del 60, mi atracción fue primero el Rock psicodélico, luego, conforme desarrollaba mis intereses y pasiones, evoluciono a la música protesta, luego los Blues, Southern Rock, para llegar al Punk. Y siempre el Jazz. 

En el campo del Rock Psicodélico, entre el 70 y el 73 fui básicamente parte de los Hippies viviendo en comunas, manejando un Van VW, viajando EUA de un extremo a otro, asistiendo casi a todos los festivales de la época. Con la excepción de Woodstock. De esos años presento estas canciones. 

  • Rolling Stores, You can’t always get what you want
  • The Doors, When the Music’s Over 
  • Grateful Dead, Trucking. Porque era lo que tocábamos cuando llegaba la hora de empacar el Van y salir de viaje. (Teníamos cintas 8 track, todo lo que había en el mundo del Rock. Nuestros parlantes se escuchan por centenas de metros y donde llegábamos, por lo general dos vehículos con unos 10 personas, armábamos la fiesta. La gente corría a vernos).
  • Richie Havens, Freedom (Woodstock)

Los Hippies me llevan a la canción protesta, a mi propio activismo, y comenzaron a interesarme las palabras. Neil Young, Southern Man ; Bob Dylan, Blowing in the Wind; y The TImes They Are-A Changing; John Lennon Plastic Ono Band, Working Class Hero ; Gil Scott Heron, The Revolution Will not be TelevisedNina Simone: Mississippi Goddamn

La época, el hecho de que viviera en el sur de EUA, me ponen en contacto con los Blues y su parentezco con el Southern Rock. Aquí destaco: Muddy Waters: Baby Please Don’t Go; Janis Joplin: Me and Bobby McGee; Billie Holiday: Trav’ling Light; The Allman Brothers Band: One Way Out

Con mi llegada a New York en 78 sufro una transformación, al redescubrir mis raíces latinas, justo en medio de la explosión de la salsa. Eso también coincide con el Punk. Me atraía CBGBs (porque la entrada era gratis en muchos casos y porque yo vivía a 4 cuadras de ahí). 

Otras más.

En años recientes he viajado por auto por todo el Este de EUA a visitar a mi hijo mayor (fotos). Escucho por horas el canal Grateful Dead. Revivo mi vida. Recuerdo. Pienso. Reflexiono. And it just feels good.  Cuando nos juntamos y el resto de la familia se guarda, tocamos música, hablamos, bebemos, compartimos. 

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Patricia Aponte: A la tierna edad de 3 años recuerdo haber escuchado una vieja canción folclórica colombiana de “La Pollera Colorada”.

Recuerdo que estaba bailando Cumbia con mi madre. Me estaba enseñando y traté de mover mis caderas como las suyas. Fue entonces cuando decidí que me encantaba la música colombiana.

A la edad de 8 años, “Ave Regina” fue la canción elegida por nuestro maestro de Catecismo para que cantemos durante nuestra Primera Comunión. Esa hermosa canción afirmó mi fe y comprensión en Dios y la Madre María.

Patricia AponteA los 9 años, “Rambling Man” de los Allman Brothers se tocaba constantemente en la costa de Jersey. Me convertí en una “Chica Jersey” con todas las de la ley. Eso significaba que me encantaba la música rock. Llevaba el pelo largo y liso que me caía por la espalda. Vestían jeans, tenis y blusas estampadas de flores. Yo era una “flower child” pero de una manera inocente e ingenua.

A los 13 años, el comienzo de mis años de adolescencia “Electric Light Orchestra (ELO” lanzó) “Don’t Bring Me Down” fue mi himno. Mi cuerpo estaba cambiando y mis hormonas me estaban volviendo loca. Mientras me adaptaba a estos cambios, canté esta canción una y otra vez. A los 15 años 2 canciones describieron mis sentimientos. Ya no era una niña pequeña, pero tampoco era una mujer. “Who’s Crying Now” de Journey me consoló cuando un niño me rompió el corazón por primera vez. Después de aproximadamente un mes desde que apareció esta canción se la seguía. Ya no estaba llorando. La otra canción durante este tiempo fue “Jessie’s Girl“, de Rick Springfield. Al igual que todas las demás chicas adolescentes, estaba muy enamorada de él. No solo por su manera de cantar sino también por su interpretación del “Dr. Noah Drake en el Hospital General”.

La última parte de mis 16 hasta los 17 años estaba tomando mi SAT y enviando cartas a las universidades de mi elección. Seré honesta, me estresé mucho mientras me preparaba para mis SAT. “Sad Songs” de Elton John me ayudaron a superar esos seis meses de pruebas.

A los 21 años me gradué de la Universidad Seton Hall. Estaba emocionada y muerta de miedo. Emocionada de recibir mi licenciatura y muerta del mundo de salir ante el mundo y toda su maldad. “Handle with Care” de Travelling Wilburys resumió cómo me sentía.

Años después, ayudé a las personas que huían del huracán Katrina. Estuve en Houston por unos 2 meses. Katrina me recordó a “Precious” de Depeche Mode. Para esa gente, el mundo se había puesto patas arriba. Habían perdido todo lo que tenían.

No podía comprender la desesperación. Mi mundo cambió completamente a mi 38 años. Fui a un procedimiento simple. No estaba nerviosa ni nada … al punto que yo misma me conduje al hospital para una cirugía. Lo último que recuerdo es la música de fondo de Alicia Keys “No One” mientras estaba bajo anestesia. Me desperté de mi cirugía y estaba ciega. Todo era negro. Lloré mientras llamaba a las enfermeras.

Seguía gritando “No puedo ver … No puedo ver! De alguna manera había sufrido 2 hemorragias cerebrales. Una en cada hemisferio de mi cerebro. Me llevó unos 5 años recuperar para tener algo de visión. Luché durante años con la incertidumbre de volver. Mi himno todos estos años ha sido “Be good to yourself” de Journey. Fui azotada durante varios años hasta que finalmente acepté mi condición. I’m now good to. myself …

Patricia Aponte

María Teresa Viecco: Mi música mi mundo. Complicado volver tantos años atrás en busca de sensaciones musicales de la adolescencia. La música era y es todavía para mí, indispensable.

Pero en aquellos días, ¡cada disco nuevo era un acontecimiento!

Recuerdo a Roberto Carlos con su Cacharrito.

A las cantantes francesas Françoise Hardy Tous les garcons et les fillesSylvie Vartan La plus belle pour aller danser

Pero lo más importante fue ¡la llegada de los Beatles!!!Los Beatles nos cambiaron la vida.

Se abrió un mundo nuevo que nos unía a todos una internacional de los sesentas. Y ahí en adelante nos sumergimos en oleada de artistas extraordinarios cada uno más grande e intenso que el otro. Para mi, Joan Baez, Bob Dylan, Crosby, Stills, Nash & Young, James Taylor, The Who –Tommy — eran mis favoritos. Y otros más, la lista sería larga…

Beatles, todo pero I’ll follow the sun,y Something,

En las fiestas, al contrario, bailábamos al ritmo de cantantes colombianos y latinos, Lucho Bermúdez, pasodoble, cumbia, y sobre todo los vallenatos de Rafael Escalona y La Casa en el Aire ¡nos sacaba inmediatamente a las pistas!

Y eran dos mundos compatibles, el de los bailes y el de las nuevas emociones personales.

La síntesis de todo esto tal vez, y será mi favorito hasta hoy, Joan Manuel Serrat. Oír nuestra lengua en poesía, en una mezcla de ancestral y moderno, de rebelde y eterno, de libre y enraízado.

Mi favorita sigue siendo “Aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón en un papel o en un cajón”….. ¡asi es!

 

Nelson OrtegaNelson Ortega. Abriendo puertas otra vez.

En  medio de esta situacion tan seria que vivimos, hablemos de la pandemia.

La pandemia es un nombre que abarca mucha gente enferma de un mal particular. Un mal que sigue transmitiéndose de persona a persona. Y que con el tiempo, nos va a joder a todos.

La pandemia, en palabras claras y sinceras, es la puta madre que nos pario. Nos jodimos todos, y todavia no sabemos las consecuencias de este problema tan tenaz que se nos vino encima.

La pandemia, si fuese un virus inteligente, deberia de matar a los menos inteligentes, comenzando por el presidente “peluquin” y sus  desconsejeros, que creyeron que el  poder es una piñata.

Se rompe la piñata con cada golpe de los poderosos, que son golpes mas fuertes.

Y la plata de todos nosotros cae a los bolsillos de los ricos. Y los pobres, escuchando las canciones y los dialogos del cine mexicano, de la epoca de oro, seguimos llevados del putas.

Y en medio de esta musica cursi y hermosa, que me hace llorar, se me va la vida pensando en lo que fue y ya no es. “Si nos dejan”, “Tu chica Ye Ye”; y “No Existe el amor”. Y en esta pandemia, del enclaustramiento nos llegan las canciones que hemos escuchado toda la vida , nos llega la poesia, toda la poesia del universo, todo el arsenal de amor de los cantores y poetas que siempre le cantaron a la vida. Por esa sola razon los recordamos. Nunca van a morir. Siempre llevaremos sus palabras en nuestros labios,

Poque le cantaron a las cosas sencillas de la vida, a la humildad del ser humano.

Nelson Ortega

Harold Alvarado Tenorio. Lamentablemente no he sido aficionado a la música sino al silencio.

Creo que desde niño detesté la música popular porque en mi casa, viví mi niñez en una hacienda ganadera y avícola, hubo siempre servidumbre que oía de día las radio novelas y de noche la música popular y numerosos tangos, cuyas letras terminé, de tanto oírlas, aprendiendo y aun puedo recitar varios, sin saber ni quién las escribió ni quién compuso la música. Nunca me ha gustado oír música sin saber para qué ni por qué, y siempre he escrito en silencio, porque los ruidos, las interrupciones, todo me molesta.

Pero como a todos los humanos, tengo memoria de algunas canciones, vinculadas casi siempre a la vida sentimental. Recuerdo algún bolero de Alberto Granados, un cantante que nadie conoce, tío de una de mis aventuras amorosas. Lo de Granados era un alias, porque se apellidaba Giraldo y cuando yo estudiaba la primaria solía oír sus canciones en una rockola que hubo en un establecimiento cercano al parque principal, la única Fuente de Soda, de entonces. La canción que me gustaba era Voy gritando por la calle, https://www.youtube.com/watch?v=OftBuTsIlLg. Granados terminó de alcalde de su pueblo, un municipio azotado por los crimines de la mafia del narcotráfico y los capos Orlando Henao e Iván Urdinola. Dicen que Granados se hizo judío y hablaba yiddish.

Ya entrado en la adolescencia, en la primera visita que hice, para ver el mar, a Buenaventura, en uno de los prostíbulos de la famosa calle La Pilota, vi bailando un calipso medio cha-cha-chá, en la punta de sus dedos, a una jovencita vestida de hombre, con zapatos mocasín italianos de esos que tenían cosido a mano el empeine, una canción de Paul Anka que nunca he olvidado: Diana, https://www.youtube.com/watch?v=ar-zZ21iW9w sobre un muchacho enamorado de una moza mayor que él, que no le hacía caso:

Tell me that there is no other
Only you can take my heart
Only you can tear it apart
When you hold me in your loving arms
I can feel you giving all your charms
Hold me, darling, hold me tight
Squeeze me baby with-a all your might.

Cuando estudiaba el bachillerato me aficioné a oír cantantes franceses, a Piaff, A quoi ça sert l’amour: https://www.youtube.com/watch?v=4KN8kiOFUl8; una canción que oímos tan pronto la grabó con Theophanis Lamboukas cuando yo hacia el cuarto año de secundaria y dejó en varios de los de nosotros una nostálgica impresión al ver aquella anciana de 47 años enamorada de un peluquero de 26 que decía tantas verdades sobre el amor en un solo tres minutos y medio y sin recurrir al segundo sexo de Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir, o el existencialismo de su amante, cornudo.

De Aznavour recuerdo haber oído muchas noches de tenidas esa canción de moda sobre la madre que está muriendo y vienen los hijos a verla desaparecer La Mamma: https://www.youtube.com/watch?v=aR36rhF_mPE:

Ils sont venus
Ils sont tous là
Dès qu’ils ont entendu ce cri
Elle va mourir, la mamma
Ils sont venus
Ils sont tous là
Même ceux du sud de l’Italie
Y’a même Georgio, le fils maudit
Avec des présents pleins les bras
Tous les enfants jouent en silence
Autour du lit ou sur le carreau
Mais leurs jeux n’ont pas d’importance
C’est un peu leurs derniers cadeaux
A la mamma.

Como retaliación a esa terrible canción escribí, años después, en New York, un poema, también, de espanto, casi que anunciando mi ausencia misma:

Llegada la hora

Llegada la hora, hicieron lo suyo.
Presenciaron los hechos y el fracaso.
Incorporaron sus setenta y cinco años
y tomando dos trozos de cal y canto
procedieron a concluir la tarea. Los ojos vieron el cabello confundido de su madre.
Los ojos vieron los encendidos labios de su madre.
Los ojos vieron el cuerpo y el alma de su madre,
la única que había tenido
y tendría para siempre.

De Gilbert Bécaud recuerdo Nathalie, https://www.youtube.com/watch?v=6Y-bpiiwvo4sobre el amor imposible entre un turista y una moscovita que le sirve de guía, en invierno mientras recorren las Plaza Roja, la tumba de Lenin y la habitación de la muchacha en la residencia universitaria en plena guerra fría, canciones, todas entonces, que la “inteligencia” criolla, soñando con Cuba y el Che Guevara mientras en los cines de dobles que exhibían los filmes de Cofram creían esta en un  Paris que incubaba mayo de 1968.

La primera vez y la única, que he visto a Mick Jaegger fue una semana después de que yo cumpliera mis 25 años, en el Deutschlandhalle de Berlín Occidental, donde, antes del concierto numerosos asistentes libraron una batalla campal con la policía, que detuvo unas cincuenta personas. El Deutschlandhalle o Salón Alemania, fue inaugurado por Hitler y tuvo un aforo original para unas diez mil personas. También allí, la famosa piloto de pruebas Hanna Reitsch voló un helicóptero, dentro del edificio.  La canción que mas se oía de ellos, en Alemania, era Roll Over Beethoven, https://www.youtube.com/watch?v=BK55SFBTna8  de Chuck Berry, pero los Stones terminaron por apropiársela para siempre. Canta el deseo que el rock mesclado al blues sustituyan la música clásica encarnada en Tchaikovsky y Beethoven.

Fue mi casero y su mujer, taxistas, quienes me llevaron a verlos. Un texto de esos años recuerda el evento:

UHLANDSTRAßE  99

Ponía una luz roja
cuando venía
y al día siguiente
aclaraba sus piernas
en el lavabo.

 En Berlín estarán todavía.

 Ambos olían a algo diferente
al dinero: ella a chófer de taxi
tú, a panadero. Era en verano, es cierto.
El sudor delata a todos los clientes.

Paco Ibáñez hizo famoso el poema A Galopar https://www.youtube.com/watch?v=hTwyoNqTJ9A , de Rafael Alberti, que vivía exiliado en Roma. Fueron los años de mis estudios en Madrid, pero también oí una noche, en un anfiteatro de un colegio mayor cantar a Patxi Andión Ne me quittes pas, el poema despechado de Jacques Brel https://www.youtube.com/watch?v=Ui8OBv6jelg, que oí todas las noches de una semana durante una travesía entre Barcelona y Colón, en la cubierta de un viejo barco italiano donde un francés la repetía a petición del respetable. Andión había conocido a Brel en Paris a comienzo de la década de los setenta mientras huía de la policía franquista que lo acusaba de pertenecer a organizaciones terroristas como el Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP) del que hicieron parte tres de los últimos 5 fusilados por la dictadura en setiembre de 1975.

Esos son algunas de las canciones que recuerdo haber disfrutado en mi juventud. Cuando me dediqué por entero a la enseñanza y la escritura, en mis noches de malta, oí durante años a Gustav Mahler y a Dmitri Dmítrievich Shostakóvich y numerosas arias de Verdi.

Hace muchos años abandoné y arrojé al cesto los acetatos y compactos y cuando vuelvo al de malta oigo algo de Roy Orbizon, Pretty Woman https://www.youtube.com/watch?v=_PLq0_7k1jk  o Amy Winehouse, Back To Black  https://www.youtube.com/watch?v=TJAfLE39ZZ8

 

 

María Ximena Patiño OcampoMaría Ximena Patiño Ocampo. En mi diario vivir y corre corre de emprendedora me hubiera gustado que la música me hubiera acompañado mucho más — porque cuando la escucho me alegra tanto el alma, que me es difícil comprender la extraña razón de no escucharla con más frecuencia.

Sin lugar a dudas la que más me representa por ser emprendedora social comprometida con salvar el amazonas es The Imposible Dream, en la versión de  Frank Sinatra, estrenada en la obra de teatro El Hombre de la Mancha en el Anta Washington Square Theatre de Nueva York el 22 de noviembre de 1965, todo un clásico y especialmente popular interpretada por innumerables artistas tanto anglos como latinos de la música ligera y bell canto. Hasta le hice un video para Saving The Amazon con las imágenes de las comunidades indígenas y la selva amazónica.

 Y hablando de nostalgia, seguiría My Way,  pero no en la versión de Frank Sinatra que fue quien la popularizó, sino en la versión de Elvis Presley. Es un himno a la individualidad y  legado de cada uno y a la diversidad. Y obviamente en esa misma línea Bohemian Rhapsody el clásico de Queen del álbum At Night in The Opera

A mi que me sirvan salsa camará, que me sirvan salsa ,camará.

Como caleña Cali Pachanguero del grupo Niche , la orquesta de salsa con más ritmo en Colombia.  No puede faltar la voz del cantante Héctor Lavoe con Periódico de Ayer  y las trompetas de la Mosca Tse Tse en Yo te quiero dar

Para rematar la noche con José Alfredo Jimenez cantando a una sola voz El Rey  y Pa Todo el Año . Sin dejar de faltar Noche de Ronda de Javier Solis.

Por mi generación la nueva trova con La Maza de Silvio Rodriguez y Para Vivir de Pablo Milanés

Y por último y no menos icónica  Que Será Que Será del músico brasilero Chico Buarque compuesta para el clásico del cine Doña Flor y sus Dos Maridos basados en el libro de Jorge Amado, pero esta vez en la versión en portugués de Milton  Nascimento  y en la versión en español de salsa de Willy Colón  

Ximena Patiño Con mi padre
Con mi padre, a quien recuerdo y recordaré todos los días de todas las semanas, de todos los años — vividos y por vivir.

 

Cuando Robert Mazze no se encuentra dirigiendo una producción en Polonia, Sudáfrica, España o América Latina, se le puede encontrar en  Manhattan, su lugar de residencia por muchos años, donde entre otras actividades es instructor de Yoga. Fue desde el East Village (cuna del punk) que nos ha enviado esta contribución.

I’m a Teenage LobotomyRamones. Después de ver a los Ramones por primera vez, toda la música anterior parecía irrelevante.

Out of Control U2. Esta canción siempre me recuerda la universidad, cuando nos dábamos tragos de tequila y bailábamos con abandono.

Jet Boy Jet GirlElton Motello. La canción que capturó mi confusión sexual.

Don’t You Want Me BabyHuman League. ¿Qué esta onda de la New Wave, y por qué es tan fácil bailar esta música?

Hold Me NowThompson Twins. El presidente de la década del 80 fue muy divertido.

This Must Be the PlaceTalking Heads. Prueba de que la música puede ser inteligente y a la vez divertida. Y que asistir a conciertos en persona puede ser igual que ir a misa.

Diamonds on the Soles of Her ShoesPaul Simon. Joyful Noise (Ruido alegre). Y yo que pensaba que la música de este tipo era ¿para viejos??

Love Shack – B-52s. Buena música, pura y simple, que se siente. ¿Estamos viviendo una recesión?

AfricaToto. Me encanta todo lo de esta canción: las armonías, la letra obtusa, y el hecho de que sea universalmente despreciada.

Wonderwall – Oasis. Esta canción tiene cierta madurez, que la hace perfecta para alguien en su treintena de edad.

Bittersweet Symphony – Prueba de que sí se le puede soplar nueva vida a una vieja canción de los Rolling Stones song. Y que se le pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo.

You Are the Best ThingRay Lamontagne. Magnífica blue-eyed soul (soul cantado por artistas blancos) con crudeza para la Gran Recesión. El desempleo nunca fue tan bueno.

RihannaLove on the Brain. Si solo Amy Winehouse no se hubiese matado, ¿qué no habría hecho con esta canción?

The WeekndCan’t Feel My Face. A estos viejos pies les queda mucho baile.

Bad Guy Billie Ellish. Tiene un gancho pegajoso. Sin duda Joey, Johnny, Dee Dee y Marky estarían de acuerdo.