No obstante las profundas diferencias entre judíos, cristianos y musulmanes, las tres religiones comparten una base teológica fundamental: Dios solo hay uno y cualquier tipo de idolatría es uno de los peores pecados. Pero, descubrimientos recientes indican que Dios pudo haber tenido una esposa al comienzo de los tiempos, escribe Jennifer Viegas en Discovery News.

Dice que en la tierra antigua de Canaán a Yahveh se le adoraba junto con Asherah, diosa de fertilidad.

Cita a Francesca Stavrapopoulou, del departamento de Teología y Religión en la Universidad de Exeter: “Tras años de investigar especializándome en la historia y religión de Israel, he llegado a la conclusión –algo colorida e incómoda– de que Dios tuvo una esposa”.

En Europa se está presentando una serie televisada de tres episodios sobre el tema. Dice que en las versiones iniciales del antiguo testamento se menciona a Asherah, igual que en una inscripción religiosa grabada en una vasija que se encontró en Kuntillet en el desierto de Sinaí.

“La inscripción es una petición de una bendición”, dice. “Lo clave es que piden una bendición de ‘Yahveh y su Asherah’. Esta es la evidencia que a Yahveh y Asherah se les consideraba una pareja divina. Desde entonces han aparecido inscripciones similares, que refuerzan el argumento de que el Dios de la biblia tuvo una esposa”.

En el Libro de los Reyes, la biblia se refiere a Asherah donde las mujeres tejieron textiles a su estatua en el templo de Jerusalén.

Conocida también como Astarte e Ishtar, Asherah es una figura Materna, poderosa y preocupada, pero se le retiró del antiguo testamento. “Asherah” puede traducirse como “árbol sagrado”, incluso fue destruida ritualmente al quemarse un árbol frente al Templo para purificarlo de sus tradiciones politeistas.

Artículo en inglés

Foto cortesía de Motumboe via flickr