En el nuevo resurgimiento de su carrera, desde que ocupa un puesto de jurado en el programa American Idol y con contratos multimillonarios para L’Oreal y Gillete, Jennifer López se ha presentado como una persona simple, tranquila, sin grandes ínfulas, no una diva malcriada como en años pasados. En otras palabras, alguien como usted y yo, solo que mucho más generosamente dotada.

Pero según un artículo en celebitchy, poco que ver con realidad. En una reciente visita al hotel Mirage en Las Vegas los empleados dijeron que era “una de las celebridades más difíciles que han encontrado”, al llamar 20 veces en una hora a la recepción con el mismo pedido.

Por si fuera poco, en una filmación reciente de American Idol, fueron necesarios “12 armarios para sus cambios de vestuario, 20 espejos, toneladas de luces para su equipo de maquillaje. En su villa había unas 50 personas ocupándose con maquillaje, cabello, vestuario, lo más divertido es que durante los dos días de filmación solo usó dos vestidos”, dice Maureen O’Connor en Gawker.

Artículo en inglés Gawker

Artículo en inglés celebitchy

Foto cortesía de lucia via flickr