Los cadáveres de delfines que con creciente frecuencia aparecen traídos por las aguas en las playas del Golfo de México son prueba de que los estragos de la fuga el año pasado de millones de galones de crudo en el área están lejos de controlarse, dice Rocky Kistner en el Huffington Post.

Señala que hasta el momento se han encontrado 138 delfines, en su mayoría recién nacidos, pero esta cifra podría ascender a más de 6,500 ya que muchos de ellos son devorados por animales y no alcanzan a llegar a las costas.

Además de los delfines, últimamente tortugas marítimas han aparecido muertas, y se está cuestionando la posible contaminación de los frutos de mar, que fuera del turismo es una de las grandes industrias del área.

(Entre el 20 de abril del 2011 y el 15 de julio, la explosión en una plataforma de petróleo de la compañía BP causó la fuga más de 200 millones de galones de crudo en el Golfo de México).

No hace mucho, el encontrar muerto un animal de ese tamaño muerto era suficiente para alcanzar las noticias. Hoy día es algo común y corriente

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Foto cortesía de rc_fotos via flickr