Grupos de manifestantes en Bengasi, Libia, atacaron los cuarteles de una milicia musulmán extremista, obligando a los milicianos a abandonar la base.
Por lo menos cuatro personas murieron y 34 resultaron heridas en el choque, informa Al Jazeera English.
La movilización parece ser parte de una serie de redadas coordinada por las autoridades contra las diversas milicias armadas que operan sin control alguno desde la caída del régimen de Muammar Gaddafi, dice Al Jazeera.
Después del ataque, agrega el servicio noticioso, Ansar al-Sharia se vio forzada a entregar el complejo y abandonar la ciudad donde la semana anterior fueron asesinados cuatro diplomáticos de EUA incluyendo el embajador Christopher Stevens.
Ansar al-Sharia niega haber tomado parte en el incidente terrorista contra los diplomáticos de EUA.
Dijo la organización que se replegaba del área para mantener la paz.
“Respetamos las opiniones de la gente de Bengasi y para preservar la seguridad en la ciudad hemos evacuado”, dijo un portavoz de la organización.
Las milicias extremistas en Bengasi, y otras partes de Libia, han sido acusadas de asesinatos y secuestros, dice Al Jazeera.
“La redada del viernes por la noche siguió las protestas más temprano durante el día cuando 30,000 manifestantes del grupo Salvemos Bengasi marcharon a través de la plaza al-Kish, que fue un campo de batalla clave en el alzamiento que derrocó a Gaddafi.
“Al mismo tiempo, unos 3,000 partidarios de Ansar al-Sharia se reunieron en la misma área. Con banderas islámicas negras, corearon consignas contra el video anti islámico, igual que las caricaturas del profeta Mahoma publicadas en un semanario de humor francés.
“Acto seguido, cientos de manifestantes coreando, ‘Libia, Libia’, entraron la base de Ansar-al-Shari, tumbando las banderas de la milicia, prendiendo candela a un vehículo adentro de lo que bajo Muammar Gaddafi había sio una base de seguridad interna.
En la multitud se veían sables, incluso un cuchillo de cortar carne, y se escuchaba gritos de ‘¡No más al-Qaeda!’ y ‘La sangre derramada por la libertad no fue en vano’.
