Es como Proust y la magdalene: Con la única diferencia que las memorias se concretaron y lo pusieron en el mismo punto donde empezó.
Christopher Miller robó una tienda Stride Rite en Toms River, NJ, en 1999. Cayó preso, purgó 15 años, salió libre y ese mismo día fue directo a la misma tienda para robarla.
Informa Jeff Goldman en el Star-Ledger que, en vista de que los empleados no le entregaban el dinero lo suficientemente rápido, Miller agarró la caja registradora y se fue corriendo.
A pie.
El plan, que seguía el de 1999 al pie de la letra, era amarrar a los empleados en una bodega de la tienda. Los empleados no se dejaron. Llamaron a la policía.
La unidad canina pronto alcanzó a Miller, quien llevaba US$389 robados.
Preso nuevamente.
Las autoridades locales han quedado perplejas con Miller, preguntándose ¿qué es lo que le atrae a Stride Rite?