
Se presentaba como un posible pre candidato republicano a la Casa Blanca en el 2016 hasta el viernes 15 de agosto en la tarde, ahora parece que Rick Perry, gobernador de Texas, va a tener que dedicar grandes esfuerzos a defenderse de los cargos criminales por coerción y opresión oficial de un funcionario público (penado con hasta 99 años de prisión) que le han sido formulados.
Explica WOAI que los cargos se derivan del veto de Perry de US$7.5 millones en fondos estatales para la Unidad de Integridad Pública de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Travis, en Texas, quizás el único condado liberal en el estado.
La Fiscal Distrital Rosemary Lehmberg (demócrata) fue arrestada por conducir ebria en el 2013 (hecho que fue todo un espectáculo con insultos a diestra y siniestra, pateando la puerta hasta que finalmente fue esposada a una silla toda la noche, según aparece en un video).
De ello, Perry dijo que no era apta para el cargo.
Amenazó Perry que, a menos que Lehmberg renunciara, él vetaría la financiación. Cuando Lehmberg se negó a renunciar — después de haber pasado 23 días presa — Perry vetó los fondos.
Las amenazas y el veto, según el gran jurado que examinó el caso, constituyen una violación de la separación de poderes en el estado.
Perry dice que se va a defender. Y sus abogados sostienen que el gobernador obró dentro del marco constitucional.
Sea lo que fuere, la realidad es que ahora tendrá que defenderse, con lo cual sus aspiraciones presidenciales tendrán un serio obstáculo: Entre ellos la foto cuando se entregue a las autoridades para que lo fichen.
Foto cortesía Robert Scoble via flickr