Parece que el Presidente Barack Obama ha logrado unificar las divisiones entre liberales y conservadores en los EUA, esta vez con el rechazo por ambos bandos a su presupuesto de US$3,730,000,000,000 para el 2011.
Según Daily Beast, como era de esperarse los republicanos se han quejado de que los recortes no son suficientemente tajantes, no obstante el que el presidente proponga la congelación de gastos discrecionales y drásticas reducciones en programas como asistencia con los gastos de calefacción (¡y con este frío!) a las familias de bajos ingresos.
Los liberales también han puesto el grito en el cielo. Unos han hablado de una “traición”. Por su parte, el columnista ganador del Nóbel de Economía Paul Krugman, no escatima palabras. Dice que al ver el presupuesto, “uno pensaría que la labor de rescatar la economía ha concluido, con el desempleo todavía por el 9 por ciento”. Al aceptar los argumentos de sus rivales, agrega Krugman, Obama “ha abandonado la idea de que el gobierno puede hacer nada para rescatar la economía”.
