Con burdas manifestaciones de racismo — desde chistes hasta el uso excesivo de fuerza y de multas — la policía de Ferguson, Missouri, violó constante y rutinariamente los derechos constitucionales de la población negra de la ciudad.
Eso, según informa Matt Apuzzo en el New York Times, indica la exhaustiva investigación durante seis meses por el Departamento de Justicia de EUA de las autoridades de Ferguson, población que llegó a los titulares del mundo cuando el agente Darren Wilson mató de varios balazos al adolescente negro Michael Brown. La posterior impunidad del agente causó una ola de protestas por los habitantes de Ferguson, donde el 66% son afroamericanos.
Entre los chistes que circularon por el correo electrónico de los agentes incluía el del oficial que escribió que Obama no sería presidente por mucho tiempo porque “¿quién ha visto que un negro tenga un trabajo estable durante cuatro años?” Otro dijo que una señora negra había recibido una recompensa de “Crime Stoppers” (por detener el crimen) luego de haber tenido un aborto.
A lo largo de seis meses, los investigadores revisaron 35 mil páginas de los registros policiales y analizaron los datos de cada incidente en que un policía paró a alguien. Las estadísticas muestran que los afroamericanos constituyeron el 93% de los arrestos, el 88% de los casos en que se utilizó la fuerza, el 90% de las citaciones, y el 85% de las paradas a conductores.