Cazar a Walter Palmer. Cecil, El majestuoso león que el dentista de EUA Walter Palmer asesinó, era una bestia mansa que posaba para fotos de los turistas que visitaban el resguardo de Hwange en Zimbabwe.
No obstante, Walter Palmer le puso una trampa, colocando un animal muerto sobre el capó de un vehículo y recorriendo el perímetro del área protegida.
Así, al salir Cecil del resguardo, el dentista lo emboscó con arco y flecha. Herido, el león deambuló durante 40 horas, hasta que sus asesinos lo encontraron y remataron de un balazo.
Posaron para fotos.
Luego, le quitaron el collar GPS.
Le cortaron la cabeza.
Le arrancaron la piel.
Días después las autoridades encontraron los restos de lo que fue un majestuoso animal, símbolo de Zimbabwe.
Walter Palmer será cuestionado por las autoridades de Zimbabwe bajo sospechas de violar dos leyes. Puede que tenga que pagar una multa.
Indignado, mejor dicho asqueado, el columnista británico Piers Morgan escribe una extensa columna sobre el tema en Daily Mail.
Publica algunas de las fotos de otras bestias que ha asesinado el dentista.
Informa que por todo el mundo cientos de millones de personas han denunciado a Walter Palmer.
Morgan dice que le gustaría cazar a Walter Palmer. Excerptos.
“Las fotos me producen náusea.
“El Doctor Palmer me produce náusea.
“Con su sonrisa de satisfacción, no es más que un vil asesino, cruel y sin corazón, cuyo alarde de sus repugnantes y desvergonzadas hazañas es casi tan asqueroso como las propias hazañas.
“Lo que él hace no es ‘cacería’. No es un combate entre iguales.
“Es un hombre rico, bien armado que paga una fortuna para contratar a un equipo de personas para atraer a los animales desprevenido a una muerte segura. Luego los despedaza, para que sus cabezas y cuernos sirvan como trofeos repugnantes.
“Si es declarado culpable, el Dr. Palmer se enfrenta ahora a una pena de prisión, pero el cautiverio parece demasiado bueno para él.
“En su lugar, me gustaría introducir un nuevo deporte: Cacería Humana Grande
“Voy a vender entradas por US$50,000 a cualquier persona que quiera venir conmigo y localizar en su hábitat natural a los grasientos, codiciosos y egoístas empresarios asesinos como el Doctor. Palmer.
“Con un cebo los atraeremos para que salga — en el caso de Palmer, le sugiero que la sangre fresca de una de sus víctimas sería muy eficaz, ya que parece exitarlo tanto — y una vez que lo localicemos, con arcos dispararemos flechas en las extremidades que quede ncapaz de moverse.
“Luego calladamente caminaremos hacia él mientras sigue vivo, le cortaremos la cabeza y posaremos para numerosas fotos de todos nosotros sonriendo estúpidamente junto a su cadáver todavía caliente.
“Esto puede sonar duro, pero si le preguntas al Dr. Palmer, en realidad no lo es”.
Así le gustaría a Piers Morgan cazar Walter Palmer.



