El nombramiento de Faisal bin Hassan Trad, Embajador de Arabia Saudita a la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, a encabezar el comité de Derechos Humanos es “equivalente a nombrar a un piromaniaco como jefe del departamento de bomberos”, denuncia la ONG UN Watch en un comunicado.
Considera “indignante que la ONU elija a un país que ha decapitado más gente que el Estado Islámico en este puesto clave”.
Faisal Trad dirigirá un grupo de cinco diplomáticos encargados de observar y reportar las violaciones de los derechos humanos en el mundo. Sin embargo, Arabia Saudita ha ejecutado al menos a 80 personas desde el comienzo de 2015, y “probablemente tiene el peor récord de la libertad religiosa y derechos para las mujeres,” UN Watch continúa.
Las minorías disidentes (étnicas, religiosas, sexuales) y políticas son también tratadas duramente y condenadas rutinariamente.
Además, el bloguero Raif Badawi sigue preso no obstante su inocencia.
“La ONU describe a estos expertos como ‘las joyas de la corona’ de su Consejo de Derechos Humanos, sin embargo el organismo mundial solo lograr socavar su legitimidad eligiendo una teocracia fundamentalista que oprime a las mujeres y las minorías para que presidan sobre los nombramientos de los expertos”.
Comunicado en inglés