Michel_TournierDeja de existir Michel Tournier. Lo único inevitable de la vida es la muerte, y la muerte le ha robado la vida a Michel Tournier, gigante de las letras francesas durante la segunda mitad del siglo XX, autor galardoneado con los principales premios de la literatura francesa — el hombre cuya pluma infundió una magia intoxicante a los mitos más ancianos de la humanidad.

Falleció a los 91 años el 18 de enero 2016 en Choisel, pequeño poblado al sudeoeste de Paris, donde desde hace medio siglo vivía en un antiguo presbiterio.

Nacido en París en 1924, estudió filosofía en la Sorbona y en la Universidad de Tubingen (Alemania). En su formación intelectual, fue influenciado por la etnografía de Claude Lévi-Strauss y la psicología de Gaston Bachelard, entre otros.

Graduado en filosofía en 1945 defendiendo una tesis sobre Platón, durante años Tournier trabaja como traductor del alemán al francés y en la radio.

Michel_TournierEn 1967 debuta como novelista con “Vendredi ou les limbes du Pacifique”, donde cuenta nuevamente y desde un punto de vista muy propio el mito de Robison Crusoe. Allí desarrolla un argumento existencialista sobre la escalofriante conclusión que acongoja al náufrago: ya todo el mundo que él ha conocido está convencido de que ha muerto, ¿qué significa ello para su existencia? Por ello, yace en un punto intermedio entre la vida y la muerte, o un limbo existencial. Gana el  Grand Prix du roman de l’Académie française.

Michel_Tournier“Le Roi des Aulnes”, en 1970 plasma el interés que desde muy joven desarrolló en asuntos germánicos, habiendo pasado en Alemania los veranos de su niñez antes de la Segunda Guerra Mundial y vivido el ascenso del nazismo. Combinando su conocimiento de Goethe y la mitología teutónica, e impulsado por su magnífico poder narrativo traza la jornada de Abel Tiffauges, un gigante francés llevado a Alemania nazi como prisionero de guerra.

En una escuela militar de Prusia Oriental, Tiffauges eventualmente llega a ser el encargado de conseguir carne fresca — soldados niños — para la monstruosidad del Tercer Reich. Obtuvo el premio de la Academie Goncourt en 1970. Llevada al cine con John Malkovich “The Ogre”.

En “Les Metéors”, Tournier se adentra en las profundidades del fenómeno de la gemelidad, donde dos hermanos, Jean y Paul, crecen como dos mitades complementarias — cóncavo y convexo — para sucumbir ante obstáculos que terminan por separarlos en el tiempo y el espacio.

“Gaspard, Melchior et Balthazar”, nos informa que hubo un cuarto rey mago: Taor, oriundo del reino de Mangalore, quien creció siendo gran amante del azúcar y una vida de frivolidades. El destino le presenta una de las peores pruebas al ser esclavizado en una mina de sal.

En Gilles y Jeanne, Tournier cuestiona el veredicto que durante la gesta libertaria de Juana de Arco sufrió su compañero de armas, Gilles de Rais, convicto por un tribunal inquisitorio, colgado y quemado en la hoguera en 1440.

A través de Tournier también nos enteramos que la lucha entre Caín y Abel fue en realidad un conflicto entre el nómada y el sedentario, el carnívoro y el vegetariano.

La mayoría de los personajes de Tournier son hombres.

Todos se embarcan en jornadas de descubrimiento personal donde vejámenes, humillaciones físicas y espírituales, angustias les permiten encontrar en sus almas las fuerzas para salir adelante. O comprender por qué no les fue posible.

Tournier tuvo influencias alemenanas, de autores como Gunter Grass y del absurdo irreverente de Rabelais, Cervantes, y Louis Ferdinand Céline. Pero en palabras del autor, Flaubert (Trois Contes) lo moldeó.

La obra de Tournier fue traducida a incontables idiomas. Ha sido estudiada, comentada, emulada, discutida, criticada. Pero ante todo, y más allá de los expertos literarios, dio a millones de personas por más de medio siglo un momento de introspección, risas y reflexión, que para siempre quedará con nosotros.

Michel Tournier será enterrado al pie de un árbol.