Desde su bicicleta, con su cámara de 35mm, Bill Cunnigham capturó para las páginas del New York Times el dinamismo humano de la Gran Manzana. Durante décadas observó y retrató lo que la gente se ponía para salir a la calle.
Al hacerlo fue documentando las tendencias que forman la moda. La de las calles. No la de las pasarelas.
Bill Cunnighman practicó el pasatiempo favorito de los newyorkinos, People Watching. E hizo una impactante carrera de ello. Como fotógrafo; como antropólogo cultural.
Con frecuencia se le veía por las calles — delgado, cámara en mano, con su chaqueta azul, en su bicicleta. Fue nombrado monumento vivo, recibió en Francia la legión de honor
Vivió modestamente en un estudio sobre Carnegie Hall, compartiendo un baño. Se marchó de este mundo a los 87 años dejándonos la historia de nosotros mismos.